lunes, 8 de julio de 2019

Antonio Escohotado en San Sebastián (2016/10/01): “Libertad y seguridad” – Tabakalera, Centro Internacional de Cultura Contemporánea.


Tabaco
El hecho de no tener PowerPoint ni notas significa que tengo que ver qué se me ocurre. Yo llevo desde los dieciséis o diecisiete años fumando tres paquetes de tabaco diarios y encontrándome excelentemente. Si no fumase tabaco probablemente me encontraría muy mal. Eso sí, debo añadir a cada fumador que debe incorporar esta boquilla. Debo aclarar también, aunque no tenga participación en esa sociedad, que se trata de una marca particular: TarGard. Hay otras marcas de boquillas, pero son demasiado benevolentes con el fumador. Aparte de que no notas diferencia entre con boquilla y sin boquilla, la boquilla se queda con estas enormes cantidades de alquitrán y yo creo que me ha salvado la vida en los últimos sesenta años. Es cierto que no fumo en ayunas, salvo excepciones. En Historia general de las drogas menciono a los dos primero hombres que vinieron fumando un puro en las naves de Colón. Si no recuerdo mal uno se llamaba Rodrigo de Jerez. Al ver en el puerto que echaban humo por la boca algún clérigo dijo que sin duda tenían relación con espíritus sulfurosos y demoníacos y nunca más salieron aquellos dos; perecieron en mazmorras. En América hay muchas drogas psicoactivas, porque al no cundir un monoteísmo con ambiciones de imperio universal, tipo judaísmo, cristianismo, islamismo… todavía se comulgaba. Por comunión entiendo a los chamanes de aquellos tiempos y de los nuestros, de aquel continente y de todos los continentes… un trance que suspende la vida cotidiana hasta el extremo de sugerir dudas sobre nuestra cordura… un trance que a veces se llama pequeña muerte. Las comuniones sustanciales, en contraste con las comuniones formales… las comuniones formales, que se hacen diciendo: sí creo lo que no veo y creo lo que tú dices y lo reafirmo y estoy dispuesto a dar la vida por esta idea que tú me has transmitido… las comuniones sustanciales son difíciles. Por eso suelen marcar tránsitos de edad o tránsitos institucionales, por ejemplo de mandar a no mandar en una tribu (estamos hablando de sociedades ágrafas, muy primitivas). En América el tabaco, a pesar de que había muchas drogas y que se comulgaba con muchas drogas, por alguna razón todos los testimonios que conservamos indican que era la única droga con estatus divino indiscutible. Si hubiera un panteón de dioses relacionados con drogas particulares, por ejemplo Dionysos con las bebidas alcohólicas, para un chamán americano el tabaco está por encima de todas. ¿Por qué? Podemos hacer un pequeño esfuerzo cada uno de los que aquí fumamos: ¿qué pasó la primera vez que fumamos? La verdad es que no fe muy agradable, a juzgar por mi propio caso. Papá y mamá fumaban como carreteros, como yo, y un día yo me iba a fumar aquellos Chesterfield que se fumaban entonces, me iba a fumar al baño después de comer, hasta que papá me dijo: oye ¿por qué no vienes y fumas aquí con los demás? Así se acabó todo el trance del rito de paso, de admisión de que ya me había hecho un poco mayor. Cinco o seis meses antes de esta escena el primer pitillo que me fumé me sentó muy mal, me mareé, me dio una sensación de dolor de cabeza e incluso náuseas. ¿Por qué los chamanes decían que era la droga divina, si hace un efecto tan pequeño? A mi juicio porque es el único fármaco que combina estimulación y sedación. Además se mantiene dentro de unos márgenes educados, de manera que no se puede decir: ¡menudo colocón lleva éste! O menuda borrachera lleva aquella. No se nota que hemos fumado a ojos de terceros. Cuando ya nos entregamos completamente a esta costumbre, además de sedarnos y estimularnos al mismo tiempo, compone una combinación de gestos que, si bien nos suele restar la mano izquierda o la mano derecha, según sea el fumador, nunca, nunca, nunca nos deja sin una coreografía completa. Estamos acompañados por nuestra gesticulación. Yo diría que la coreografía, la gesticulación ligada al tabaco es un importante coadyuvante de que fumemos. Además parece que sirve para retrasar algunas enfermedades neurológicas…se van haciendo viejas nuestras células nerviosas. Es posible. Yo quizá sin tabaco no tendría el entusiasmo que sigo teniendo por estudiar cada día todo lo que puedo y luego, encima, escribir parte de lo que me parece digno de recordarse de lo que aprendí estudiando. Para mí el tabaco es como la gasolina para un coche. No funciono sin él. Además no quiero dejar de fumar. Me dan bastante risa las personas que lo dejan, luego lo vuelven a coger; ya lo dejan para siempre, pero si les preguntas te confesarán que algo les queda de ganas; que si pudieran volverían… suelen pedirte un pitillo o una calada; son personas muy pesadas en ese sentido. Por ejemplo, mi mujer dejó de fumar durante el embarazo y era una pesadilla, porque todos los días me pedían cincuenta, cien caladas en los más variados momentos del día. Unos sesenta o setenta años después de descubrirse América, que como sabéis fue a finales del siglo XV, fumaban en Mongolia Interior, que es un lugar bastante remoto, porque hay que cruzar unas cordilleras espantosas o venir por parte de Siberia y cruzar unos hielos horrendos. Ya fumaban o, mejor, mascaban tabaco, porque el tabaco se toma de muchas formas. Los chamanes americanos lo usaban básicamente en cocimiento. Así debe pegar bastante. La nicotina es uno de los tóxicos más potentes. En la enumeración de supertóxicos de la Enciclopedia Británica la nicotina debe ocupar el octavo o noveno puesto, adjudicando el primero al veneno de esos sapitos coloreados muy pequeños que crecen en la gran cuenca amazónica. 

Se extendió a inmensa velocidad, en un momento del mundo en que el transporte era muy lento, a base de velas, porque no había motor, o a base de andar. Aproximadamente en el siglo XVIII es ya un negocio colosal, que genera guerras comerciales o explica incluso la colonización de América por parte de los ingleses porque, viendo el enorme negocio que hacían los portugueses y los españoles, decidieron abrir una colonia prácticamente dedicada al tabaco, que fue la de Virginia. Todavía decimos tabaco de Virginia. Les salió muy bien y sigue siendo lo que llamamos tabaco rubio. Hacia comienzos del XVIII algunos cálculos… entonces eran nada más que tentativas aproximadas… hablaban de que un tercio de las personas mascaban, fumaban o esnifaban tabaco. Aproximadamente un tercio, esto ya lo sabemos más a ciencia cierta, fuma tabaco actualmente, a pesar del enorme precio que tiene. Con el habito que tenían mis padres, el gasto mínimo de la casa… y ahora el gasto mío, se va a cientos de euros al mes, tres cajetillas diarias. A pesar de todo un tercio de la humanidad fuma. Nos dicen que es muy malo, nos cuentan estadísticas… Son graciosas estas estadísticas. Por ejemplo, la convergencia de cáncer de esófago y uso del café es superior a la que tenemos entre fumar, bronquitis y cáncer de pulmón, pero cuando la clase médica decide mandar, manda. Es lo que está pasando ahora. Una combinación de higienistas, médicos… ha decidido que nos va a hacer el favor de salvarnos la vida, de decirnos lo que es bueno y lo que es malo y, concretamente, que esto es muy malo y que, por mucho que nos pongamos, nos van a fastidiar, nos van a cobrar muchísimo dinero, nos van a poner estas estupideces en las cajetillas, que son claramente anticonstitucionales: el artículo uno de la Constitución Española dice que la libertad es el valor supremo. A pesar de todo fumamos y seguiremos fumando. Si la cosa se extremase, y no creo que se pueda extremar más de lo que se ha extremado hasta ahora, pues tendrá toda la fertilidad y el encanto de lo prohibido, de la desobediencia civil y de desafiar lo injusto. Cualquiera que obedezca a una norma injusta es cómplice de ella. Creo que separar a la medicina del Estado es casi tan importante como separar a la economía de la clase política y que representa actualmente a lo equivalente a separar al Estado de la Iglesia en siglos anteriores. Conseguimos separar al Estado de la Iglesias… algunos, porque en Irán no o en Riad tampoco… pero no acabamos de conseguir que la clase médica, el estamento terapéutico en general, asuma las funciones del antiguo estamento clerical, incluso clerical-militar, y deje de mandar y ordenar aquí y allá, suponiendo que nosotros, por nuestro propio bien, le obedeceremos. Con las otras drogas, las que están prohibidas, tenemos la satisfacción de desafiar al tirano. Con ésta, como todavía no se ha extremado tanto y no nos amenazan con la cárcel, no podemos disfrutar de esta sensación de: no acepto, no acepto tus órdenes, me paso tus órdenes por donde te puedes imaginar. Hace tiempo pensaba que una de las soluciones sería ponernos cada cual a cultivar tabaco, porque es barato, es una planta muy bonita… Pero luego, estudiando un poco más el tema, encontré que es bastante difícil, porque unas hojas son de un tipo y tienen unas proporciones de nicotina, otras tienen otras, hay que secarlas con cuidado, hay muchas variantes. Las semillas son casi invisibles… Igual que cultivar marihuana te va a dar para fumar todo el año tranquilamente e incluso regalar a los amigos, si te pones a hacer lo mismo con el tabaco, hasta llegar a tener un pitillo armado, a nivel de los sesenta que me fumo yo al día, es mucho trabajo, demasiado trabajo. La desobediencia civil en este sentido no puede ir en esa dirección. Si los partidos políticos modernos, por ejemplo ahora, los dos emergentes que tenemos, Podemos y Ciudadanos, tuvieran un poco de imaginación y no tuvieran temor a perder votos, bien podrían poner en sus programas una cosa tan sencilla como reducción del seiscientos por ciento en los impuestos que gravan a los fumadores y, por supuesto, supresión absoluta de todas estas ridiculeces de imágenes añadidas por fuerza a las cajetillas que, insisto, violan el artículo uno de la Constitución Española y prácticamente de todas las demás. El ciudadano no tiene por qué soportar inmiscusiones constantes y consejos de personas que, básicamente, son analfabetos y que lo que quieren es mandar. No nos gusta a algunos que nos manden. Nos gusta una autoridad que provenga de la razón y no una autoridad que provenga de la imposición pura y simple […] También hubo una época, coincidiendo con el gran desarrollo de los estudios de cine norteamericanos, en la que el tabaco se convirtió en lo más promocionado. Todos fumaban, los actores y las actrices y, al entrar en las habitaciones, por una razón u otra, siempre había un mueble bar, le echaban a uno una copa y venga a fumar todo el mundo; justo lo contrario de lo que ahora pasa. Yo creo que se puede hacer propaganda del tabaco, que ahora está prohibida, pero aquella era un poco propaganda subliminal. Y nunca fue una materia clandestina o secreta, siempre se supo que la Unión de Destiladores norteamericanos y la Unión de Compañías Tabaqueras subvencionaban a los estudios de Hollywood regularmente y que las películas donde nadie fumaba ni bebía se perdían un pelín de dinero. No sé qué cantidad de dinero se podían perder. Es una pena que ni Podemos ni Ciudadanos nos defiendan a los fumadores y digan: no, basta, basta, no queremos higienistas dándonos lecciones de moral. Sería demasiado técnico y prolijo, pero creo que el noventa por ciento de las estadísticas que se manejan con el tabaco son pura y simplemente embustes. Aproximadamente es como cuando intentaron lanzar la sacarina como sustituto de los azúcares y como cuando se reaccionó frente a la sacarina, en ambos casos… Se esgrimen estadísticas, uno lanza estadísticas contra el otro y el otro contesta con lo mismo, pero con barbaridades, como un pobre conejillo de Indias, darle dosis gigantescas y eso ponerlo en letrita pequeña, claro, y decir que eso le ha causado lesiones y que está peor. No hay respeto, porque si yo le pido al ministro de sanidad una subvención para demostrar que la marihuana es demenciógena, me da una buena subvención, pero si le pido el mismo dinero para demostrar que la marihuana es estupenda, no me van a dar nada. Eso demuestra la imparcialidad que reina en estos estudios […] Tenía algunos datos sobre la espantosa parcialidad de algunos experimentos, en particular los de la sacarosa y la sacarina, que verdaderamente es inaudito hasta qué punto, cuando alguien pone dinero, un supuesto farmacólogo dice fu o fa, según sea la subvención.

II
Seguridad y libertad
Seguridad y libertad sí que me parece asunto oportuno y actual en grado sumo. Hace bastante tiempo que hay personas que quieren contraponer la seguridad a la libertad, diciendo que con recortes a la libertad estaremos todos más seguros. Esto lo vienen diciendo bastante fuerte, desde mediados del siglo XIX e incluso ha habido toda una tendencia en la que la democracia parecía poco. La llamaban democracia burguesa y se quería formas más democráticas todavía, como los consejos, que en ruso de dicen soviet (Сове́т) o en alemán Rat… las Räterepublik o repúblicas soviéticas (Советская республика)… porque esas son las verdaderas democracias, tan demócratas tan demócratas que no hace falta votar. Las cosas se hacen por aclamación o ni siquiera se hacen por aclamación, se hacen por intimidación. A mi juicio no hay la más mínima posibilidad de tener ninguna seguridad en nada si no conseguimos que se nos reconozca la libertad de expresión y de asociación. Estos son mínimos interhumanos. No hay escusa para suspenderlos, aplazarlos o reducirlos. Es muy probable que haya alguien en esta sala que crea otra cosa y me encantará concentrarnos en eso, porque otra de las cosas que me gustaría pensar es que soy capaz de cambiar de idea. Aunque sea ya tan viejecito me enorgullece poder cambiar de idea y me avergüenza cualquier idea fija, incluyendo la relación entre libertad y seguridad. Pienso que lo que hace de la libertad algo tan eminentemente seguro es que, en el universo, nunca podemos estar seguros de que lo que pretendemos va a suceder. Es más, todo el campo que se llama economía, sociología, antropología… se podría resumir en consecuencias indeseadas de la acciónefectos imprevistos del obrar. A esos efectos nos ayuda enormemente no sólo tener el hoy, sino el ayer, porque el ayer es como el gran mosaico de todos los propósitos, de todas las ilusiones, de todos los proyectos donde, al final, se saca la cuenta de resultados y se dice: pues sí, me sale positivo o me sale negativo. ¿Cómo se podría definir la libertad? Palabras como sonámbulo no son del todo inadecuadas, porque al no conocer las consecuencias de nuestros actos, al estar continuamente expuestos a querer esto y que suceda lo otro, vamos por la vida como sonámbulos, muchas veces sin saberlo, y nos vamos dejando guiar por costumbres… porque siempre que una cosa no salga mal, la repetimos. La fuerza del hábito es la capacidad que tiene aquello que una vez hicimos, sin que tuviera consecuencias nefastas, para hacerse por segunda, tercera, cuarta vez… y entonces empieza a tener una fuerza sólo comparable con la que pueda tener la razón, la deliberación racional acerca de los asuntos. Los pueblos piden libertad, los individuos piden libertad porque se quieren a sí mismos, porque tienen autoestima. Si no, lo que piden es que venga alguien a salvarlos. ¿De dónde viene el mesías? Todos los pueblos primitivos son lo bastante supersticiosos como para imaginar que, si vienen mal dadas las cosas, el mal se puede proyectar, se puede transferir. De ahí el chivo expiatorio, que razonablemente sería una cosa inanimada, pero no, el chivo expiatorio es siempre una cosa animada, una cosa viva. Sabemos a ciencia cierta que ha habido sacrificios humanos hasta muy recientemente. Por ejemplo, el último el de Pol Pot, de los más marcados en ese estilo. ¿Qué es el mesías? El mesías es un chivo expiatorio, como dice JesúsCordero de Dios que borra los pecados del mundo… es el resultado de la transferencia mágica del mal, pero con una característica especial: que además de lavar los pecados del mundo, venga de otros a un sector social. El mesías es el limpiador y el vengador. Esa parte del vengador satisface muchísimo a las personas que están bastante enfadas con otros y no se atreven a tomar medidas personales. Entonces delegan en el mesías la liquidación de aquello que no les gusta, que puede ser los guapos, los fuertes, los valientes, los ricos o, incluso, los enfermos, los débiles, etc., etc. El mesías está ahí para lograr, antiguamente por caminos mágicos, modernamente por caminos como el materialismo científico, la misma operación de acabar con estos que no me gustan: ¡fulmínalos! Pero estamos en un tiempo en que las libertades se han extendido, afortunadamente, tanto, tanto, tanto, que el único obstáculo que encuentran es nuestra propia renuencia a ser libres, a admitir la responsabilidad. Si pensamos en las iniciativas generales que se han tomado para protegernos de ciertas drogas y directamente fomentar otras, como las que hay en las farmacias o las que venden en los bares o en los supermercados, es porque nos tenemos miedo a nosotros mismos. Hay pocas personas que no se tengan bastante miedo. Es la sensación de que hay puertas dentro de nosotros que, si se abren, aparece un señor muy malo con un hacha, dando voces y queriendo matar a los demás o matarse a sí mismo. No tenemos las cuentas resueltas con nosotros mismos, en buena medidaLa prohibición de las drogas es básicamente una forma de protegernos del miedo a nosotros mismos. Por tanto tenemos miedo a la libertad. Hay un libro que se hizo muy famoso, de un tal Erich Fromm, que se titula El miedo a la libertad, pero si lo leemos, nos quedamos estupefactos, como me pasó a mí, porque Erich Frommera marxista y el libro es el miedo a la libertad no colectiva: las personas no se dan cuenta de que sería muy felices siempre que todo estuviera colectivizado y que se obedeciese al mesías colectivista correspondienteEl miedo a la libertad era el miedo a la libertad egoísta; a lo que Fromm llamaba libertad contra los otros, porque tú quieres ser libre, pero no, no tomas en cuenta de que con eso perjudicas a otros… no, no, no, solamente se puede ser libre considerando que la libertad es la libertad colectiva. Yo no sé qué puede ser esto de la libertad colectiva, no acabo de entenderlo, pero sí me di cuenta de que aquel libro que leí cuando tenía quince años es un gigantesco fraude y que no debía llamarse El miedo a la libertad, sinoPropaganda del Manifiesto de 1948… sería un título más adecuado para el contenido. Nosotros nos tenemos miedo a nosotros mismos ¿es justificado el miedo a nosotros mismos? En algunos casos sí. Por ejemplo, hay personas a las que les sientan muy mal muchas drogas. Todas las de la familia visionaria son delicadas, porque, efectivamente, abren puertas y hay gentes que están muy cerraditas, con sus candados puestos; si abres el candado la persona va a saber de sí misma lo que nunca quiso saber e incluso es posible que haga cosas de las cuales se podría arrepentir y por las cuales, incluso, la podrían meter en la cárcel. A pesar de todo esas personas tienen que considerar que si son infelices y si odian… porque la infelicidad puede ser de tipo depresivo o de tipo airadode querer atacar al otro o de atacarse a sí mismo… esas personas debían tener cuidado. Pero en ningún caso olvidar que si nos quedamos sin libertad, nos quedamos sin lo único que nos protege. Yo preguntaba ¿alguna definición de libertad? Pues para mí la más rápida que se me ocurre a bote pronto es responsabilidad. Conozco mucha gente que… gente joven… se ha ido acabando esta gente… que cree que libertad es algo así como licencia,poder obrar sin considerar que la pauta es la reciprocidad y que no puedes pedirle a otro lo que no te pides a ti mismo. Que en realidad la libertad es justicia y la justicia es libertad, porque la justicia es servicio mutuo y la libertad es tener el santo valor de soportarnos y, por supuesto, de respetar a los demás. Yo tardé mucho, tuve una época absurda, me imagino que mi generación bastante, donde incluso me pareció bien el terrorismo. Me parecía héroes la Baader-Meinhof o las Brigada Rojas. Había en la universidad española… por lo menos la mitad de nosotros pensábamos que una acción directa… ¡Dios mío! Por fortuna nunca aprendí a poner un fulminante. Nunca cogí un arma, pero tuve compañeros y ha habido muchas personas… Pero muchos millones en el siglo XX que no se han dado cuenta del valor infinito de la vida… el valor infinito de la vida ajena. Cada cual se puede quitar la suya y no pasa nada; la ajena no. Ahí hay que tener un escrúpulo ilimitado […Montesquieu decía que somos libres para poder hacer lo que debemos. El que crea que es libre para poder hacer lo que le dé la gana no se ha enterado de lo que vale un peine. La libertad es la más grande responsabilidad. Por eso la desobediencia civil, la rebeldía es la expresión más pura del espíritu. El hombre rebelde no es el hombre que dice no, es el hombre que dice sí a las cosas sustanciales y que dice no a las accidentales y, sobre todo, a las coactivas; a todo ese universo que dice: es por tu propio bien, aunque tú no lo quierasA todos los que han decidido que es mejor obedecer o mandar que convencer o entender… Me parece que la humanidad está yendo tan, tan bien, que no nos lo podíamos ni imaginar. Todavía tenemos trenos jeremiacos que nos hablan de que en África o en América; incluso quizá en San Sebastián ahora mismo hay personas que lo están pasando fatal… El premio Nobel del año pasado, Angus Deaton, es un ancianete como yo y ha dedicado toda su vida a estudiar las relaciones entre demografía y salud. Es un demógrafo y es un médico y, también, es un economista. Le han dado el premio Nobel porque el año pasado publicó un trabajo fantástico donde dice:tenemos ocho veces más habitantes que hace doscientos años; la tasa de pobreza absoluta actualmente está entre el diez y el nueve por ciento¿Qué pasaba hace doscientos años? ¿Cuál era la esperanza de vida? Treinta años. ¿Cuál es la esperanza actual? Por encima de los ochenta¿Cómo es posible que tengamos gentes que viven el triple de tiempo, que sean siete u ocho veces más numerosas y que estén rodeadas de confort como el que ahora tenemos aquí, con estas luces, el micrófono, lo que cada cual tiene en su bolsillo…¿Cómo es posible, con lo brutos que somos los seres humanos, lo fanáticos, lo egoístas, lo necios, lo poco dispuestos a estudiar generalmente…? ¿Cómo es posible? ¿Qué nos ha salvado hasta ahora de nuestra idiocia? Pues quizá la libertad. Quizá que eso que ni se come ni se toca ni se ve, que es pura responsabilidad, autorrespeto… Eso, como un fluido invisible, se ha derramado en forma de confianza, ha llenado de liquidez los mercados, ha hecho que las personas, en vez de tener el dinero debajo del colchón o metido en el bolsillo lo saquen, lo empleen, empiece a circular, haya oportunidades… Muchas veces las empresas no salen bien a la primera, ni siquiera a la quinta, pero emprender, emprender es lo que hace el mundo y, por eso, somos la inmensa cantidad de los que somos. ¿Cuál es nuestro problema? Después de siglo y medio de salvajes masacres en nombre de la lucha de clases, de los pobres contra los ricos, de los colectivistas contra los individualistas… el problema de la humanidad entera es que nos están comiendo las basuras. Nos estamos convirtiendo en una viruta en el concierto cósmico precisamente porque somos tan libres, porque somos tan prósperos, porque somos tan numerosos que algo hay que hacer para no perecer en este asombros empeño, donde inconsciente e impersonalmente hemos pasado a ser muchísimos. Hemos pasado a ser la gran especie que nunca fuimos y que era como una esperanza. Ahora no sólo somos los dueños de la Tierra, sino que comenzamos a sondear el sistema solar. Tenemos que estar más unidos que nunca. La verdadera crisis, que es la crisis ecológica, requiere un grado de solidaridad, de compromiso personal extraordinario. Hay que cerrar el libro de los mesías, cerrar el libro de los que mandan… Simplemente su vocación es esa, mandar, y si no mandan no se cumplen. Son domadores de personas. Gente a mi juicio extremadamente indeseable, pero ahí están. Lo que podemos hacer frente a esa gente es no obedecerlos y decirles: oye, tú, miserable, te he visto el plumero. Estamos como nunca… pero como siete veces mejor que nunca… y los agoreros que dicen otra cosa, por favor, que lean a Angus Deaton y se enteren de una vez. También podemos pensar que la violencia se mantiene o crece. Es mentira. La violencia ha tenido una reducción sustancial en los últimos ciento cincuenta años y, en comparación con el animal salvaje que siempre fuimos, ahora somos animal salvaje, pero reducido a una décima parte de lo que hemos sido durante siglos y milenios. Ahí lo tenemos. Es fantástico, pero libertad, seguridad… Además de libertad y seguridad, darnos cuenta de que tenemos que estar unidos en la libertad como responsabilidad ante el verdadero problema que amenaza a la especie, que no es que haya ricos o que haya pobres, que haya guapos o que haya feos, sino que de tan bien como nos están yendo las cosas se nos están comiendo las basuras y en un año podemos estar consumiendo lo que quinientos millones de años de luz solar han ido caldeando tranquilamente, con ayuda de la evolución, en la costra de este planeta.

Público: Que los amigos del comercio niegan la crisis ecológica…
Escohotado: Yo no conozco a ningún amigo del comercio que la niegue. Nombre…
P.: ¿José María Aznar?
E.: Ese no es un amigo del comercio. Ese es un político. ¿Qué inconveniente le ves al comercio?
P.: No, no, ninguno.
E.: Ah…
P.: Que las poblaciones que están al borde de la extinción se reproducen más…
E.: Los árboles que se mueren producen muchas semillas.
P.: Los ejemplos que has puesto de tiranía quizá están marcados por tu pasado pro terrorista…
E.: Es el síndrome de Estocolmo.
P.: Y el síndrome del converso…
E.: Era converso entonces.
P.: Se te ha visto el plumero…
E.: Cuando decimos ¡jo, qué problema la población! Siempre estamos pensando que el que sobra es el otro, en vez de pensar: si a lo mejor el que sobro soy yo o las gentes de mi país. El salto cualitativo de población… también lo cuentaDeaton… cuatro de cada cinco personas del planeta, ahora, son chinos o indios. Ahí es donde se ha producido realmente la expansión. En China se ha frenado en gran medida, debido a unas leyes muy severas que se han aplicado muy seriamente […] Entonces en China ha habido, además, mucho infanticidio de mujeres. Por eso pasa esa cosa inconcebible de que en China haya prácticamente el doble de hombres que de mujeres actualmente, cosa que sin infanticidio es simplemente inviable. En la India lo pasan muy mal Yo he estado en la India un par de veces y la verdad, cuando dice Deaton que han subido muchísimo y que tienen la esperanza de vida de la India… en particular son setenta y nueve años, ahora, y que es muy rara la gente que está por debajo de los dos dólares diarios, lo que se considera umbral de pobreza radical… digo ¡qué raro! Porque yo he estado ahí y a mí me parece que hay más gente necesitada. También quizá la India es el único país del mundo en el que la pobreza no es indeseable ni vergonzosa ni humillante. Es un poco como en el Sermón de la Montaña:benditos son los pobres de espíritu, los pobres materiales y los perseguidos por la justicia. Son gente muy distinta, claro. Pobre de espíritu podemos considerar que es una persona con poco interés por el conocimiento. El pobre material una persona que tiene poco y el perseguido por la justicia un señor que muchas veces ha hecho cosas que a la colectividad no le parecen razonables ni sostenibles. Reunir esas tres en una sola categoría es quizás la obra de síntesis extraordinaria que se les ocurre a los ebionitas, al grupo pobrista también llamado nazoreo y de eso seguimos viviendo. Cuando luego cayó el muro, cuando se disolvió la Unión Soviética ¿qué pasó? Pues lo que realmente pasó fue que a la rigidez del comunismo científico (se llamaba diamatdialektischer Materialismus), aquello tenía cuatro o cinco premisas tan sólidas como las leyes de Kepler o de Newton. Ahora se puede ser comunista sin tener esas premisas. El socialismo del siglo XXI de Chávez no está obligado a suponer que todo el universo es material y tampoco está obligado a suponer que la ley objetiva del progreso social es la guerra civil y otras proposiciones adicionales, como que el beneficio es hurto de trabajo. Todas esas eran premisas tan sólidas como que la Virgen era virgen antes y después del parto, que Dios es uno y trino… Es decir, son objetos de fe. La actitud anticomercial ahora ya no necesita imaginar que va a salir todo muy bien si acabas con el trabajador por cuenta propia y con la institución de la propiedad. A principio del siglo XX eso lo pensaban las gentes de mayor solvencia intelectual. Lo pensaba un Einstein, lo pensaba un Bertrand Russell. Estaban convencidos de que el mundo comunista iba a funcionar mejor. El mundo capitalista tuvo tan mala, tan mala prensa que vino la era totalitaria, iniciada por los bolcheviques… Lenin-Mussolini-Hitler… este fue el orden cronológico, imitándose los unos a los otros y considerándose geniales los unos a los otros. Hubo todo ese tiempo donde estábamos convencidos de que lo que no saldría nunca bien es lo impersonal, lo anónimo, el laissez faire. Eso era el malo de la película, para Einstein y para Bertrand Russell también. ¿Qué ha pasado con el mundo? Pues una cosa tan sencilla como ni economía pública ni privada exclusivamenteEconomía mixta, que es lo que tenemos ahora. Con eso y dejando que las cosas fueran hemos esquivado aquella apocalipsis nuclear que nos tuvo fritos durante más de diez años, la crisis de los misiles en 1962, unos hipergastos militares, un peligro, continuamente bombarderos sobrevolando la tierra cargados de bombas, silos de misiles con cabezas nucleares múltiples, submarinos atómicos cargados de misiles con varias cabezas… Pasamos por todo eso ¿por qué hemos pasado por todo eso? Porque de alguna manera la libertad fue vulnerada en nombre de la seguridad durante setenta y seis años justos. Hasta que de repente se cayó el muro y se autodisolvió la Unión Soviética. Los chinos siguen siendo comunistas, pero ¡ojo! Ya no son anticomerciales. Lo que hace daño al ser humano es no consentir que las personas traten privadamente los asuntos que les parezcan oportunos. Esto es lo que realmente ha hecho un daño enorme y se ha llevado por delante, quizá, a doscientos millones de personas en la primera mitad del siglo XX. En el momento en que quitas eso hay algo en el ingenio humano de completamente creativo, completamente opuesto a los incrementos decrecientes. No sabemos cómo, en tal o cual sitio, ahora mismo, alguien está descubriendo algo fantástico a nivel espiritual, a nivel material, a nivel técnico. El ingenio humano es divino. Hay que protegerlo, para empezar con una ley de propiedad intelectual que lo preserve del plagio.
P.: Cómo valorar la ¿aspiración a una vida sin final?
E.: De bueno nada… para empezar los adjetivos ya sabes que son todos polares, en cabio los nombres son todos singulares y no tienen contrario. No hay no vaso, hay vaso, pero bueno siempre requiere malobonito requiere feo, etc. Una de las razones por la que yo sigo fumando tabaco y recomendaría que los demás fumasen es que la muerte por infarto es infinitamente más agradable que la muerte por cáncer y, por supuesto, también, la calidad de vida importa mucho más que la cantidad de vida y creo que sólo un necio está dispuesto a cambiar unos años más de vida, si son de baja calidad, que unos menos, si son de alta calidad. Morir, en principio, pertenece a la vida, pero creo que dentro de algún tiempo es posible que haya gentes que no se mueran. Es posible que haya organismos que antes habían sido humanos y que ya sean trans-humanos, que probablemente tengan una morfología muy distinta de la nuestra… a lo mejor van metidos en peceras, tomando unos fantásticos combinados de drogas que les hagan prácticamente inmortales. La razón de que nos muramos no es objetiva, es una orden que hay en las células, apostosis lo llaman los biólogos, que dice: no, párate. ¿Por qué? Porque imagínate que follón sería si tuviésemos todavía viva a Isabel la Católica y aquellas generaciones. Es inconcebible. Ahí sí que no cabíamos de ninguna de las maneras. La humanidad está esperando al superhombre, como decía Nietzsche, y cuando llegue el superhombre, ese tendrá derecho a vivir ilimitadamente y, espontáneamente, todo lo que ahora se sacrifica en el organismo en torno a la reproducción, se sacrificará en torno a la regeneración. Eso es a mi juicio un proyecto biológico perfectamente viable con lo medios de que disponemos y los que dispondremos. Por ahora, salvo grandes personas, que las ha habido, diez o doce personas excepcionales en la historia, que sí que merecían ser eternos, los demás no y por eso nos vamos al hoyo. Es lo razonable. No hay que patalear. Hay que tener denuedo y hay que aprovechar, mientras estamos vivos, para hacer cosas que nos mantengan el amor propio… El suficiente para morir sin patalear.
P.: Dudas acerca del sistema actual… (¿salvo cuando te cargan de impuestos por el tabaco…?)
E.: ¿Estás diciendo que tú no apoyas al sistema y que yo sí…?
P.: Te preguntaba…
E.: ¿Qué preguntabas?
P.: Esto… si tú lo apoyas con restricciones o no… o estás haciendo una apología…
E.: Entonces es que no te das cuenta. Yo he llegado aquí, esto es San Sebastián, una ciudad tan simpática… Entro aquí y veo que hay bastantes personas y digo: Antonio ¿qué va a decir que no sea una sandez? Entonces elucubro, hago disgresiones, que es lo que he estado haciendo hasta ahora, intentando de alguna manera hilar algo que tenga sentido y que tenga relación con las pocas cosas de la cuales, por experiencia, me he ido dando cuenta de que son como son y, desde luego, una de las pocas cosas de que me he ido dando cuenta de que son como son es que el factor impersonal, el factor anónimo se ha sobrepuesto al factor nombres y apellidos y también que el designio personal ha ido relegándose y que la humanidad, como especie, y, sobre todo, la humanidad como ingenio ha ido consiguiendo cosas que sencillamente eran inconcebibles. Por ejemplo, ahora la distancia no existe, en términos geográficos la distancia ha desaparecido. Si eso se lo dices a una persona, por ejemplo, como Malthus, cuando hace el Ensayo sobre el principio de la población, en 1799, pura y simplemente dice:¡usted está loco! ¿de qué habla? ¿cómo se acabó la distancia? Pues no hay distancia, amigo. Las señales viajan a trescientos mil kilómetros por segundo, todas, de modo que lo que está pasando aquí y los que está pasando allí pasan al mismo tiempo. Esto es asombros y no es obra de nadie en particular. Si te pones a rascar sí: resulta que el señor Tim Berners-Lee desarrolló en el año 1997 y regaló el sistema HTML, que podía haberlo cobrado y, entonces, sería bastante distinto Internet. Eso son detalles, eso son accidentes. Aquí la sustancia fuerte es que una especie metida en fanatismos, en ignorancias, en terribles divergencias internas, que eso ha sido toda la primera mitad del siglo XX, de momento ha tenido un momento de aplacamiento, el que vivimos ahora. Y luego, como no tengo PowerPoint ni tengo apuntes, se me van ocurriendo cosas. Y ya soy muy viejo y seguro que el Parkinson y el Alzheimer me roen a gran velocidad.
P.: ¿Cómo haces tú para fumar sin echarme el humo a mí?
E.: Pues es verdad, pero es que durante cuatro siglos no ha habido problemas del fumador pasivo. El fumador pasivo ha empezado al mismo tiempo que la cruzada contra el tabaco. Yo puedo decir: soy una víctima, mi padre y mi madre fumaban como carreteros. Yo tenía que haber muerto de cáncer de pulmón hace mucho tiempo, me imagino. ¡Pobre víctima el fumador pasivo!
P.: La libertad de no…
E.: Yo eso lo comprendo. Para el que no gusta el tabaco, tiene que ser un olor bastante molesto. No es un problema técnico…
P.: La libertad de respirar aire puro en esta sala…
E.: Mi hijo, el mayor, es comandante de Air Europa. Le pregunté: ¿hay forma de aislar en los aviones la zona de fumadores y de no fumadores? Me dice: no hay el más mínimo problema técnico en aislar y sellar los dos compartimentos. Si él me lo dice del avión, más fácil es en caso de barcos y en el caso de trenes, por supuesto. No es un problema técnico. Está en querer mandar. Igual que han querido mandar en cuales son las ideas correctas, propaganda lícita y propaganda ilícita… Otra vez tenemos el mismo tema. Hay algunas personas que no están contentas más que domando a otros, pasando por encima de los otros y encima diciendo que es por su bien. Esa gente me cae fatal y ahí empecé, pero desde luego en un ascensor, ahora mismo en esta habitación puede haber bastante gente que no quiera humo y si empezamos a fumar todos los que fumamos empieza a haber aquí un fumadero de opio, empezamos a no vernos en la distancia. Pero no es una razón higiénica la que está detrás del tabaco. Es la lógica de crecimiento de la clase médica, que está sumiendo las responsabilidades de la clase clerical-militar anterior.
P.: ¿En qué se basa para llamar memos a los que creen que el Estado español [¿y Estados Unidos?] ha instrumentalizado la heroína por motivos políticos?
E.: Está muy mal llamar memo a nadie, pero ¿qué es lo que hace esa gente?
P.: Que el poder ha instrumentalizado la heroína…
E.: ¡Ah, claro! ¿Que para desactivar a ETA trajeron heroína mala…?
P.: La guardia civil llevaba heroína aquí y allá…
E.: Aquí si no vacilo en decir que es una soberana memez, porque en derecho hay dos pruebas, la documental y la testifical. Cualquier otra está excluida. ¿Cuál es la prueba documental del caso?
P.: Pues la investigación de la policía municipal…
E.: O sea, que tiene más autoridad la policía municipal que la guardia civil ¿por qué razón?
P.: ¿A qué viene eso?
E.: La guardia civil me imagino que lo niega…
P.: Por supuesto.
E.: ¿Por qué vamos a hacer caso a la policía municipal?
P.: ¿Ha estudiado el caso para llamar nada menos que conspiranoia al caso ese?
E.: La verdad es que este caso en particular lo tengo más que estudiado. Yo pertenezco a la generación donde se estaba tomando heroína pinchada y entonces vinieron las historias aquellas de que para el País Vasco…
P.: Que cuando cayó el muro… pornografía…
E.: El muro cayó en el noventa y ocho y la pornografía es un negocio desde el setenta y tres.
P.: En todas partes, en Polonia…
E.: Yo no he visto nada de Polonia, la verdad. Dediqué unos diez años a escribir Historia general de las drogas y me repasé todo el material que tenía. Parte del material era historias conspiranoicas del tipo de que el FBI estaba distribuyendo heroína gratuita a la gente de la contracultura, incluyendo Bob Dylan, para desactivarlos políticamente. Eso es una memez. No tenían ni prueba documental ni prueba testifical y además es absurdo siquiera imaginar la reunión donde el Jefe del Estado o el ministro del ramo le dice a los comisarios: mira, vamos a hacer esto, porque es que a nosotros nos viene esto muy bien… ¿quiénes son estas personas?
P.: Hace una caricatura…
E.: Como cuando dicen…
[…]
P.: Usted se denominó socialdemócrata ¿cómo es eso compatible?
E.: En Europa tenemos muchas más discordia [que en Estados Unidos], mucho más odio los unos a los otros […] Dadas las características europeas prefiero ser socialdemócrata, a pesar de que es un régimen tremendamente caro y tremendamente exigente para la ciudadanía y pendiente de un hilo, porque como no sigamos aumentando la productividad todo esto se va al garete. Esto es un camelo… hay mucha gente que se cree que basta sangrar al rico. ¡Qué va! Si repartimos todas las fortunas del mundo entre los siete mil millones que somos… nos salen 47,20 €… todo esto es de risa… Y ya se ha parado todo el universo y no funciona nada. Esto de que el papá Estado… sangramos a los ricos… todo esto es camelo. Lo que nos ha permitido llegar donde estamos es trabajo, ingenio y reciprocidad… Soy socialdemócrata porque quiero paz.
P.: Drogas y progreso…
E.: Es vertiginoso… y no viene del designio. Siempre que no haya intervención humana que limite la libertad y, por tanto, la seguridad de las poblaciones, aquello crece y mejora.
P.: Cuando defiendes la propiedad privada…
E.: Yo no defiendo la propiedad privada. No la tenemos apenas. La propiedad privada en el sentido romano no existe. Era desde el centro de la Tierra y hasta el cielo. La propiedad privada tiene muy poco que ver…
P.: Eres un acérrimo crítico de la medicina…
E.: La medicina forzosa…
P.: Monsanto… las propiedad de las semillas…
E.: Es un tema que no conozco…
P.: La educación… el proceso Bolonia…
E.: Creo que la universidad española se la cargó la ley de 1982 al crear el departamento, que es una institución bolchevique en donde el mérito ha desaparecido prácticamente. Vota la señora de la limpieza, vota el delegado de alumnos, vota la secretaria de… votan igual los profesores de inmenso prestigio que los que acaban de ser contratados por un semestre… Entonces personalidades como Ortega y Gasset o Zubiri… pues no las hay… ¿Cómo puede permitir la clase política actual que haya personalidades con la independencia de un Churchill, de un Jefferson o de un Gladstone? No hay manera. El filtro de las bases del partido impide que llegue un hombre libre, un hombre que prefiera el bien del pueblo y que esté dispuesto a perder votos y a perder mandato con tal de hacer lo debido, que es lo que marca la diferencia de un estadista. La universidad está tan mediocrizada como la propia clase política, pero creo que es el precio que pagamos por la democracia. Con Internet van a pasar muchas cosas dentro de poco y buena parte de los mangantes, que están dedicados ahora a gestionar los asuntos ajenos, se darán cuenta de que los asuntos se autogestionan. Esto será una catástrofe para doscientas o trescientas mil familias, o quizá un millón, en nuestro país… pero ¡qué le vamos a hacer! Hay otros cuarenta millones que demandan otra actitud. Yo creo que lo fundamental es estar abiertos, no estar cerrados al cambio. La propiedad privada sólo es importante en la medida en que la niegues. ¡Ha sido una institución tan universal! Nunca se ha puesto en cuestión, nunca, ni siquiera el Sermón de la Montaña pone en cuestión la propiedad. No. ¿Qué pasó cuando de repente dijeron: va a ser mejor el mundo sin propiedad privada? La expropiación general, que se empezó haciendo en Rusia, etc., etc. Bueno, esa historia sí la sabemos. Es una historia concreta, con detalles y además afectó a ese país durante setenta y seis años y hasta a treinta países más en periodos largos de tiempo. Aún tenemos a Cuba y a Corea del Norte en ese camino. La verdad es que desde el punto de vista económico, ni Corea septentrional ni Cuba son ejemplos especialmente edificantes. ¿Por qué? Porque siguen creyendo que la seguridad está reñida con la libertad. En vez de decir: ¡no! La única seguridad existente es asegurar la libertad y, luego, ya podemos empezar a hablar. Y luego: ¡por Dios! No me cree usted instituciones como la raza, la nación, el ejército, la Iglesia. No, por favor, deje que las personas viajen, intercambien, hagan lo que quieran ¡comercien! San Agustín… y está en el Evangelio de Lucas y la patrística… dice: ¡no, en la compraventa siempre alguien sale perjudicado!Y tú dice: pues no sé, la verdad es que yo he comprado un par de casas y he vendido un par de casas y me parece bien. No me ha dado la sensación de que he salido perjudicado, ni yo ni el vendedor. Creo que esa es la razón de que los contratos sigan existiendo en toda la superficie del Orbe y que el problema aparece cuando aparece alguien que dice que no, que el trabajo por cuenta propia queda prohibido. Que eso se ha hecho. Dices ¡no puede ser! Pues sí se ha hecho. Y han hecho mucho daño con eso.
P.: Apoptosis (ἀπόπτωσις)… apostasía…
E.: Me quedo un poco desconcertado con apostasía y apoptosis…
P.Gracias por fumarChristopher Buckley, lo malo que es comer queso…
E.: Yo lo veo genial para morirse de infarto, en vez de otra cosa…
P.: Que la tierra tiene unos límites… que no podemos seguir funcionando como seguimos funcionando… el sistema monetario es falso… lo del dólar… cada vez hay más pobres en el mundo… cada vez hay más ricos que tienen más dinero…
E.: ¿Que cada vez hay más pobres en el mundo? ¿De verdad? ¿En términos cuantitativos y proporcionales?
P.: Cualitativos…
E.: ¿Cualitativos? ¡Ah, que todos los que estamos aquí también podríamos ser pobres…!
P.: Los que estamos aquí nos comemos tres planetas al año…
E.: Bueno, la verdad es que todavía tenemos el nuestro… Por supuesto, mencionar la palabra dólar no significa mencionar la economía financiera… pero otro día me encantaría, como tema monográfico: la economía financiera y sus críticos. El gran problema de las finanzas es prestar lo que no se ha ahorrado y esa es la razón de todas las crisis que han venido ocurriendo desde la creación del Banco de Inglaterra en 1694. Conviene estar un poco al tanto de las cosas en concreto. Sin el desarrollo de las finanzas no se habría producido el desarrollo de la producción. Sin el desarrollo de la producción no se habría producido un incremento en la esperanza de vida y en la población humana. Salvo que uno piense: ¡ay, demonios! ¿Por qué hay tanta gente? ¡Qué problemas! ¡Ahora nos obligan a a todos a ponernos de acuerdo y a buscar soluciones! ¿Por qué no hay menos? Los que están ahí pueden decir: el que sobra es usted, no nosotros. Nosotros no podemos poner en cuestión la situación actual. Lo que tenemos es que ir arreglándola, en la medida de nuestras posibilidades o que se vaya degradando a un ritmo menor. Yo, por ejemplo, hago todos los días gimnasia ¿por qué? Pues no porque me quiera poner fuerte, sino para frenar la depauperación inevitable de la masa muscular de los ancianos. No espero solucionar mi tema; simplemente reducirlo. La humanidad tiene ahora como gran problema ver que no nos siente mal tanta opulencia. Por supuesto, hay personas, como el papa Francisco, que están dispuestas a decir que la elección de Dios es irreversiblemente a favor de los pobres, con lo cual los ricos, tanto de espíritu como de bolsillo ah, ah, ah… son personas sospechosas. No estoy de acuerdo. Creo que las sociedades van progresando porque algunas personas empiezan siendo ricas. También me gustaría una (no incluyo a Tabacalera…)… una conversación sobre función social del lujo, porque lo que ahora tenemos todos como facilísimo, este móvil de aquí… esto, hace cincuenta años, era más o menos lo que ocupaba cinco habitaciones de IBM y sólo podía permitírselo el Estado norteamericano y el Estado ruso. Las cosas empiezan siendo muy caras y sólo las pueden comprar los megamillonarios, pero eso es lo que permite descubrir formas de fabricarlas en masa, que es la única manera a su vez de democratizar su consumo. El fenómeno de la sociedad moderna es básicamente el hecho de que sus productores se han convertido en consumidores. La tragedia de la humanidad pretecnológica es que por una parte había consumidores y por otra parte productores, perfectamente distintos. Hace ya mucho tiempo no somos personas distintas.
P.: Eres frívolo diciendo que vivimos muy bien… pudiendo hacer un mundo mucho más justo y equitativo no se está haciendo nada… Las condiciones de trabajo está empeorando cada vez más…
E.: ¿Empeorando…?
P.: Sí, sí… Tigres célticos, asiáticos… los trabajadores muriéndose y suicidándose… Las condiciones de trabajo están empeorando, evidentemente… en todo el planeta…
E.: ¿Y por qué no lees a Angus Deaton?
P.: El relato que yo tengo no casa con el tuyo por ninguna parte…
E.: Por fortuna el mundo no necesita esperar nuestro asentimiento, en el sentido de me gusta o no me gusta. El mundo va por su lado y lo que podemos hacer es estudiarlo o tener nuestros clichés, que dicen muy bueno o muy malo. Yo no creo que haya dicho en ningún momento muy bueno o muy malo. Digo que nunca ha sido la humanidad más próspera ni más numerosa. El que diga otra cosa simplemente que se informe. En cuanto a lo de trabajando en unos talleres horribles, multinacionales, niños pequeños y tal… ¡por favor! ¿Cómo se hizo la industrialización en Inglaterra? ¿Cómo eran las fábricas inglesas en el siglo XIX? ¿Podemos comparar las condiciones de trabajo que tenían en el XIX con las que hay ahora? ¿Había medicina gratuita? ¿Había educación gratuita? ¿La renta per capita se parecía remotamente a la que hay ahora? ¿Iba la gente en coche?
P.: Derechos humanos… derechos sociales…
E.: Bien. Pues el primer derecho social y humano es la libertad. La libertad no en abstracto. La libertad de acción, de expresión y de reunión. ¿Esas las tenemos? Las tenemos en España. Las tenemos en toda Europa. Protestar no nos lleva a ninguna parte, porque eso es una conquista evidente, indiscutible. Tú puedes decir lo que quieras y yo puedo decir lo que quiera. En tiempos de Franco… por no decir en tiempos de Stalin o Hitler… eso nos costaba la vida. No pasa eso. No podemos ser tan ingratos como para olvidar lo que está pasando y tampoco podemos confundir nuestros privados ánimos con el estado del mundo. El estado del mundo sólo lo podemos captar a través del conocimiento y el conocimiento es la paciencia para saber lo que pasa. Y desde luego lo que pasa no es que en talleres de Monsanto sufren explotados unos niños… como si fueran el turco que jugaba al ajedrez debajo de la mesa, con un juego de espejos… y era campeón del mundo y jugaba todas las partidas. No, eso son camelos. Es como decir que el Estado español o el Estado americano estaba atacando a una sección de la sociedad, repartiendo una droga maligna voluntariamente. Eso es conspiranoia. La única prueba aceptable en derecho es la testifical o la documental. No hay otra. Podemos decir que creemos más lo que dice fulano o lo que dice mengano, pero por fortuna el derecho no es la legislación. La legislación puede ser esto y lo otro. El derecho es muy sencillo… dice que la propiedad no se adquiere o se pierde por violencia o fraude… y añade que los pactos se cumplen y el que no los cumpla indemnizará. Eso es el derecho. Lo demás son legislaciones.
P.: Que los Estados Unidos se edificaron sobre el genocidio…
E.: ¿Pero por qué hablas de eso y no hablas del genocidio nazi o del soviético?
P.: Porque soy mejicano.
E.: La guerra a la droga que está matando al país…
P.: En Méjico están en el poder los empresarios… la imagen del progreso es una ilusión… no se puede justificar cortar cabezas en Méjico…
E.: No lo justifico. La historia no necesita esperarme a mí ni a mi juicio. El disparate subyacente es pensar que la historia, de alguna manera, espera al juicio moral de cada individuo. No es eso. El juicio moral de cada individuo debe someterse al principio de relatividad y, por tanto, hablar siempre en términos comparativos. ¿Está mejor Méjico ahora que en tiempos deEmiliano Zapata?
P.: No.
E.: ¿Está peor?
P.: Sí, claro, desde luego.
E.: ¿Cuánta población tenía en tiempos de Zapata? [en tiempos de Zapata 13.000.000 de habitantes; ahora 124.000.000de habitantes]
P.: No es cuestión de número de personas ni de longevidad.
E.: Sí, pero tú estás vivo.
P.: Si hubiera nacido con Zapata sería…
E.: En tiempos de Zapata había aproximadamente diez veces menos. Nueve de cada diez personas que ahora viven en Méjico, aunque vivan jorobados por muchas cosas, y no sólo por la guerra a las drogas, pues son diez veces más.
P.: …
E.: Es monstruoso. Y creo que la primera persona que levantó la voz contra la prohibición fui yo. Y publiqué un libro de mil quinientas cincuenta y cinco páginas diciendo que eso no llevaba a ninguna parte.
P.: …
E.: ¿Y dónde está ese Estado?
P.: …
E.: El derecho está en nuestros corazones, como la justicia.
P.: …
E.: O sea, que estamos peor que en tiempos de Franco
P.: …
E.: ¿Pero estamos peor o mejor?
P.: Peor.
E.: ¡Estamos peor ahora! ¡Vale! No, esto sí que es interesante, porque llegamos al planteamiento… Mi experiencia me indica que estamos mejor. Usted piensa que es lo contrario. ¡Perfecto! ¡Así todo queda clarísimo!
P.: El tabaco crudo… El problema de Philip Morris… La adición de amonio al tabaco… El cigarrillo, la pipa…
E.: A mí la boquilla me ha servido mucho y veo que a quien usa la boquilla también le ha servido mucho. Es un poco pesado porque hay que acostumbrarse. El proceso de acostumbramiento, que a mí me parece la mayor fuerza del Cosmos, aparte de la curiosidad, que quizá es lo único comparable en potencia… Posiblemente si tuviera tiempo me haría yo… como he hecho con la hierba y con algunos otros fármacos… mis propios brebajes. Eso quedaría mejor, pero estoy tan ocupado con otras cosas y ya soy tan viejo que no me va a dar tiempo a hacer una obra de arte de mi consumo de tabaco, que es lo que debería hacer cualquier persona sensata y razonable. La diferencia entre la vulgaridad y la obra de arte es que eliges. Elegancia viene de elegir, de eligĕre. Las personas elegantes son las personas capaces de seleccionar. Las personas burdas son incapaces y, por eso mismo, tienen puntos de vista absolutos en vez de puntos de vista comparativos o relativos. Parece que no se han enterado de lo que descubrió Einstein en el año cinco, no.
P.: …
E.: ¿Es mejor Tabacalera privatizada o pública? Ps… ps… En eso hay que remitirse a los datos. Se trata de un vicio o una costumbre… Yo propongo llamarlo costumbre, otros lo llamarán vicio, pues muy bien. Evidentemente la costumbre que más mata en todo el planeta, y que yo sepa no se ha tomado ninguna medida en ese sentido, es que se come mucho más que lo que se gasta. Las personas un día hacen mucho ejercicio, otro día hacen muy poco y no se dan cuenta de que el día que han hecho mucho tienen que comer más y el día que han hecho poco tienen que comer menos. Las personas se consienten ser unos tragones y comerse hasta las patas de la mesa desde pequeñitos. Luego se mueren, aparte de padecer toda su vida una pelea con la hermana gravedad, que es implacable. Bueno, allá ellos. La avidez propia de algunas personas es imparable. Otras personas son elegantes y viven más. Y sobre todo no cargan con un barrigón, que es incómodo, como si estuviera uno preñado.
P.: Liberal… anarquista…
E.: Los dos volúmenes de Bakunin los he traducido yo. La Antología de Bakunin de Alianza la he traducido yo. Todavía me acuerdo de párrafos enteros…
P.: ¿Has encontrado en el anarquismo… en el materialismo dialéctico… algo interesante o te quedas con Jefferson y con los americanos?
E.: Cuando se publique el tercer tomo serán dos mil doscientas páginas, estudiándolo diecisiete años. Pues, francamente, no he podido hacer más. Creo que con que los demás hicieran una milésima estaríamos bastante más cerca de una comprensión del tema.

P.: Relativismo… elegancia… Eres monolítico… No quieres cambiar de opinión…


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