martes, 22 de diciembre de 2020

MENSAJE PARA UNAS EXTRAÑAS NAVIDADES

 

No ha sido un buen año, ni tampoco hay excesivas perspectivas de que el próximo sea mejor. Es más, si nos hemos intoxicado con los informativos, es posible, incluso, que ni siquiera entendamos lo que se nos pide de nosotros en estas fiestas. Yo, al menos, no he entendido las normas sanitarias, ni sé a qué atenerme. La buena noticia es que hay un gobierno y diecisiete fotocopias reducidas que dictan normas, pero no tienen capacidad para vigilar su cumplimiento. Y ya llevamos nueve meses, de prohibiciones más o menos inútiles y de sobredosis de información. Por si no lo sabías: nadie, ningún poder, se preocupa ni por ti, ni por los tuyos. Ni siquiera, en realidad, tienen idea del resultado de las normas y prohibiciones que dictan. Lo hacen para que no adviertas la triste y dramática realidad: tenemos un gobierno preocupado por el que no haya desokupaciones, por la eutanasia, por alojar en hoteles de cinco estrellas a los magrebíes llegados a Canarias, por cobrarte impuestos y por crucificarte fiscalmente si tienes una nómina.

Pero esto no es del todo malo: si tienes ojos y ves, entendimiento y entiendes, te habrás dado cuenta de que estás solo. No hay Estado que cuide de ti, no hay administración que te proteja, no hay poder que te defienda. Solo existen unas estructuras burocrático-administrativas en las que se han acoplado los que solamente piensan en sí mismos y en vivir a tu costa. La grandeza del tiempo nuevo es que ya no podemos confiar en nada que no sea en nosotros mismos y en nuestro entorno

Siempre he estado convencido de que los tiempos amables, de prosperidad y felicidad, son infecundos. Los tiempos amables y fáciles crean siempre ciudadanos blandos y bobalicones. Ciudadanos que lo admiten todo y creen en la bondad de las administraciones. Son los tiempos de crisis, los tiempos duros, las privaciones y los peligros, los que forjan el carácter y templan el acero.

Por si no te habías dado cuenta estamos inmersos en una crisis gigantesca que no es solo ocasionada por el Covid o la mala gestión económica: es una crisis de civilización. Era normal que se produjera: el fondo de la cuestión es la contradicción entre un tiempo de progreso técnico continuo y unas estructuras políticas anticuadas. Se está gestionando el mundo del siglo XXI con ideas del siglo XVIII…  

Para colmo, la naturaleza humana es conservadora. En un entorno tecnológico, social y político, estable, el ser humano se siente a gusto. Pero desde hace mucho tiempo, todo cambia a una velocidad superior a la que la naturaleza humana puede adaptarse

Las cosas deben cambiar. Gracias al virus hemos llegado a un punto en el que la incapacidad del gobierno, de la oposición y de las administraciones autonómicas o europeas, incluso que las instancias mundiales (este virus, desde su inicio, ha sido el gran fracaso de la Organización Mundial de la Salud), está tan visible que podemos advertirlo con solo escuchar los informativos.

Ya no hace falta convencer a nadie del gran fracaso de las estructuras de poder. Este año se cerrará en España con casi 100.000 muertos (la diferencia entre los que fallecieron en 2019 y los que habrán muerto en 2020, estimación más real sobre el número de víctimas directas e indirectas del Covid-19). Somos líderes mundiales en número de muertos por cada 100.000 habitantes. Estamos en cabeza -junto con Grecia- del hundimiento del PIB. No sabemos siquiera si podremos tomarnos las uvas con los nuestros, ni si la vacuna prometida, única esperanza para el gobierno, servirá para alga a la vista de las nuevas y recientes mutaciones del virus.

La buena noticia es que el gobierno tiene poder, pero carece de autoridad. Impone normas, pero carece del prestigio necesario para que se cumplan. Solo puede recurrir a la multa y ni siquiera tiene esbirros suficientes para sancionar a todos los que incumplen sus normas. Desde hace nueve meses, las medidas adoptadas por el gobierno han supuesto errores tras errores, han generado el hundimiento de sectores enteros de la economía, ni siquiera han estado dictadas por una lógica clínica, ni por “grupos de expertos”, solamente se han tomado como medidas cosméticas y para demostrar que “se hacía algo”, mientras se esperaba la vacuna. Lo poco que se ha hecho, se ha hecho mal.

Y ahora llegamos a las fiestas navideñas. 

Cuatro días después de que se conociera la existencia de una mutación del virus procedente del Reino Unido, se han interrumpido vuelos con aquel país. El gobierno explicaba su inacción “esperando que la Unión Europea adopte medidas colectivas”…subterfugio para justificar su pasividad, cuando ya todos los gobiernos europeos habían adoptado medidas preventivas ante los intercambios con el Reino Unido. Esto te da la medida de cómo van a desarrollarse las cosas en los próximos días. De ahí que ni se te ocurra confiar en las administraciones, para las que rige el “Principio de Murphy”:  “si en algo pueden equivocarse… se equivocan”y su primer corolario: “cuanto más complejo es un problema, más posibilidades tienen de equivocarse”.Y el asunto de Covid, que cabalga sobre la renovación tecnológica, sobre cambios sociales e incidirá en la economía, es demasiado complejo para que quede en manos de políticos ineptos y cuñados de estos convertidos en “asesores”.

Me voy a permitir darte algunas recomendaciones que yo mismo pienso seguir estas navidades: la situación sanitaria es grave; es todo lo que hace falta saber; ni creas ni te intereses por todo lo que cuentan los medios y las normas que se dictarán: te volverás loco. Pero, ten cuidado. El virus no es una broma: acecha. Si eres una persona responsable, si has educado a tus hijos en la misma responsabilidad, si te rodeas de gente responsable, puedes ir seguro. Te rodees de 6, de 10, familiares, amigos, “allegados” o extraterrestres, estarás seguro. Evita contactos con los que no conozcas o con quienes están suficientemente colgados para ir de irresponsables por la vida.

Diviértete y genera alegría en tu entorno. Pero también recuérdales que pueden confiar antes en los Reyes Magos que en cualquiera de las administraciones. Utiliza estas fiestas para recordar la mala gestión del gobierno, para crear una barrera que no contamine a tu entorno. No cometas el error de desdramatizar la situación: el virus solamente puede prevenirse mediante aquello que los últimos gobiernos han desprovisto al pueblo español, esto es, de RESPONSABILIDADHaz que, al menos en tu entorno, todos los que participan sean responsables ¡pero no solamente de la peligrosidad del virus y de la necesidad de adoptar medidas, sino también y sobre todo de que alguien ha fallado y debe de irse! Hoy le decía un locutor: “cuando se pierden tres partidos seguidos, el entrenador debe de irse”. Y hay que tomarse en serio esta boutade ahora que afrontamos la tercera ola del Covid.

No quisiera acabar sólo con una alusión a los inútiles que nos dirigen. El problema es más complejo: cuando ya nada funciona es preciso cambiarlo todo. No te han explicado que en los próximos 5 años se perderá un 15% de los puestos de trabajo gracias a la robótica aplicada. No te han dicho que el mundo de 2030 no se parecerá en nada al de 2010. Prefieren que ignores que los adelantos brutales de las ciencias de la salud que se producirán en los próximos diez años, no serán recogidos por la Seguridad Social. No te han dicho que el “Salario Mínimo de Subsistencia” permitirá solamente consumir porros, pagar internet y telefonía y alimentarse de una pizza al día. No te dirán que la llegada de más y más excedentes de inmigración garantiza que la sociedad estará parcelada religiosa, cultural y étnicamente y será imposible articular respuestas de “todo un país” contra las políticas del gobierno. Prefieren que ignores que no hay verdadera oposición al gobierno y que, a fin de cuentas, los partidos solamente piensan en pillar las llaves de la caja, mucho más que en programas de cambio o en reformas estructurales. España, por ejemplo, precisa una reforma de arriba abajo. No la van a hacer, ni la han incluido en sus programas, ninguna de las siglas políticamente correctas que aparecen en los informativos. Pero es necesaria.

Cuando tengas un momento para meditar estas fiestas, incluso cuando quieras plantear algún tema en las reuniones familiares, con amigos o “allegados”, plantéate quién eres tú y quiénes son los tuyos. Plantéate cuál es tu cultura y donde queda el multiculturalismo. Define dónde está la civilización y dónde la barbarie. Llegarás, a poco que tengas algo de rigor cultural, a la conclusión de que nuestra cultura es europea, y que ésta está formada por las aportaciones del mundo clásico, del mundo germánico y del catolicismo. Ahí está incluido todo lo que somos. Lo que no somos, es lo que está fuera de esta síntesis. Quizás funcione para otros horizontes, pero no aquí. El primer “derecho humano”, ausente de la declaración de derechos formulada por la ONU en 1948, es el derecho a vivir, disfrutar y ampliar de la propia cultura. Afiánzate en ella. Si la pierdes, pierdes tu identidad, pierdes el contacto con tus raíces, pierdes tu Tradición. Pasas a ser un paria, una sombra en el valle de las sombras, un muerto en vida. 

En cambio, cuanto más profunda es su identidad, más puedes permitirte abrirte al futuro, como el árbol de raíces profundas que soporta vientos huracanados y cuyas hojas y ramas crecen siempre más fuertes y más altas

Te estoy diciendo que no tengas miedo al progreso científico: teme a los que lo gestionan mal. 

Te estoy diciendo que profundices en tus raíces ante el gran salto técnico que viviremos. 

Te propongo que disientas de la corrección política, de las siglas políticas que llevan décadas turnándose en el poder y que, lejos de solucionar nada, han ido agravando los problemas hasta convertirlos, hoy, aquí y ahora, en irresolubles. 

Es probable que tengas la sensación de que no puedes nada contra el stablishment, contra la casta política y contra el engaño, la mentira, la deformación de los hechos y la incapacidad generalizada de la que hacen gala. Y no es cierto: puedes desconectar de ellos, dejar de votarles y de escucharlos, dejar de observar sus normas y de confiar en ellos. Puedes hacer incluso algo más: convencer a otros de que lo hagan también. En otras palabras: DEBES DESPERTAR TÚ, Y TÚ DEBES DESPERTAR A LOS TUYOS, PARA QUE LA PATRIA DESPIERTE, FINALMENTE.

El año del Covid-19 acabará bien si al último de tu familia, el más timorato de tus amigos o algún vecino, entona, gracias a ti, el ¡¡BASTA YA!! 

Para los cristianos, FELIZ NAVIDAD. 

Para los que no lo son, FELIZ SOLSTICIO. 

Para todos los disidentes: que 2021 SEA EL AÑO DEL DESPERTAR

QUE SE CUMPLAN LAS PALABRAS DE UNAMUNO:

“¡Poneos en marcha! ¿Qué adónde vais? La estrella os lo dirá: ¡al sepulcro! ¿Qué vamos a hacer en el camino, mientras marchamos?

¿Qué? ¿Luchar y luchar! ¿Cómo?

¿Cómo? ¿Tropezáis con uno que miente? Gritarle a la cara ¡mentira! Y adelante. ¿Tropezáis con uno que roba? Gritadle: ¡ladrón! y ¡adelante! ¿Tropezáis con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?, gritadles: ¡estúpidos!, y 1adelante! ¡Adelante siempre!”

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jueves, 17 de diciembre de 2020

¿Represión? No ¡Justicia!, por Francisco Bendala

 La exigencia de las responsabilidades derivadas de los crímenes cometidos durante la guerra en España que se llevó a cabo tras ella por parte del Régimen, es asunto que resulta aún hoy polémico sólo porque así lo desean y procuran los de siempre. Dicha exigencia de responsabilidades es denominada por esos mismos "represión", término falso a todas luces. Terminada la guerra, y debido a lo que en la zona frentepopulista había ocurrido durante ella al llevarse a la práctica la tan preconizada revolución, no había más remedio, sobre la base de la búsqueda de la justicia debida, que proceder a determinar y exigir las responsabilidades a que hubiera lugar. Si ese proceso de exigencia de responsabilidades llevado a cabo en España se tacha de "represión" --en el sentido peyorativo en el que hoy tiene tal vocablo--, entonces, también fue "represión" lo que los aliados hicieron con sus enemigos al término de la II Guerra Mundial. Muchos de los que ponen como modelo lo realizado por los aliados, arremeten contra Franco y su Régimen por lo mismo, hecho aún más injusto si se tiene en cuenta que las garantías procesales fueron en España infinitamente superiores a las empleadas por los aliados.

Y es que había muchas responsabilidades que determinar y exigir como ocurre siempre después de una guerra, sea la que sea, pero más si cabe de una como la española de connotaciones bien marcadas. Los frentepopulistas habían aplicado en su zona el terror revolucionario contra todo aquel individuo o colectivo que por las causas que fuera consideraron su enemigo. Pero, además, tal terror se llevó a la práctica de manera masiva y manifiestamente ilegal, ilegítima y deshumanizada, casos ejemplares de lo afirmado son, entre muchos, la extensa red de "checas", el sistemático empleo de la tortura, los "paseos", los "tribunales populares", los fusilamientos en masa, el asesinato de religiosos sólo por serlo, la proliferación de grupos parapoliciales y un largo etcétera de otras tropelías incalificables.

No parece que Franco tuviera nunca en cuenta la posibilidad de una amnistía que hubiera significado una traición a tantas víctimas y a sus familiares "...Un imperativo de justicia impone, por otra parte, no dejar sin sanción los horrendos asesinatos cometidos…; como sin corrección a quienes, sin ser ejecutores materiales, armaron los brazos e instigaron al crimen, creándosenos, así, el deber de enfrentarnos con el problema de una elevada población penal, ligada con vínculos familiares a un gran sector de nuestra nación... La guerra, con sus inseparables consecuencias, fue el único camino de redención que a España se ofrecía, si no quería sumirse, por siglos, en el abismo de barbarie y de anarquía en que hoy desgraciadamente se debaten otros pueblos mártires del noroeste europeo. Son tantos los daños ocasionados a la Patria, tan graves los estragos causados en las familias y en la moral, tantas las víctimas que demandan justicia, que ningún español honrado, ningún ser consciente, puede apartarse de estos penosos deberes..." (Discurso de Franco de fin del año de 1939); "...necesidad de no dejar sin castigo los horrendos crímenes..." (Notas de Franco en documento manuscrito de 20 de Diciembre de 1939).

La norma básica fundamental sobre la que se llevó a cabo esa exigencia de responsabilidades fue la "Ley de Responsabilidades Políticas" aprobada el 9 de Febrero de 1939, que estaría oficialmente en vigor hasta 1969, bien que a pesar de su teórica longevidad, su existencia real fue, a partir de fecha tan temprana como 1945, meramente testimonial, pues para ese año dejó prácticamente de aplicarse; algo que hoy ocultan los que tanto hablan de "décadas de represión".

Para la realización de esa necesaria e insoslayable justicia, en el preámbulo de la ley se hacía expresa mención a la necesidad de que se llevara a la práctica de forma que los que "...borren sus yerros pasados mediante el cumplimiento de sanciones justas y la firme voluntad de no volver a extraviarse, puedan convivir dentro de una España grande...". Al tiempo, se advertía que la ley "...no es vindicadora, sino constructiva, atenúa, por una parte, el rigor sancionador, y, por otra, busca, dentro de la equidad, fórmulas que permitan armonizar los intereses sagrados de la Patria con el deseo de no quebrar la vida económica de los particulares. Las sanciones económicas se regulan con una humana moderación". Por ello, ni Franco iba a actuar, porque no lo era, como un tirano o dictador ciego y ávido de venganza dominado por el rencor o por impulsos viscerales, como hoy se le quiere presentar y hacernos creer, ni el Régimen como una dictadura despiadada sedienta de sangre.

Muy al contrario. Reconociendo de antemano que "...La magnitud intencional y las consecuencias materiales de los agravios inferidos a España son tales, que impiden que el castigo y la reparación alcancen unas dimensiones proporcionadas, pues éstas repugnarían al hondo sentido de nuestra Revolución Nacional, que no quiere ni penar con crueldad, ni llevar la miseria a los hogares...", Franco, hombre realista y práctico donde los hubiera, consciente de las pasiones que esos tremendos actos de crueldad cometidos podían suscitar según se fueran conociendo con detalle, impulsará una serie de condicionantes mediante los cuales buscará minimizar al máximo la posibilidad de que fueran dichas pasiones las que prevalecieran "...Pero una cosa es la justicia y otra es la pasión; la justicia ha de ser serena y generosa. No debe rebasar los límites que la corrección demanda y la ejemplaridad exige, y esto es incompatible con la satisfacción en el castigo ajeno, con el rencor y el odio, con el encono hacía los vencidos, que, si no lo admite la caridad cristiana, lo repugna también un imperativo patriótico. En este sentido os anuncio medidas que evitarán que la pasión o la envidia puedan ser motor que empuje a la justicia. Ha habido enormes delincuencias, desviaciones punibles, pero ¿cuántos no fueron empujados a organizaciones y a partidos por una necesidad del trabajo o un humano anhelo de mejora? (Discurso de Franco de fin del año de 1939).

Así, de las casi 50.000 penas de muerte que se emitieron por los tribunales como consecuencia de crímenes cometidos durante la guerra --y como resultado de los 500.000 procesos sustanciados entre 1939 y 1950--, sólo se ejecutaron 22.716, incluidas las correspondientes a las acciones terroristas comunistas de los años cuarenta, por lo que propias de la guerra fueron unas 22.000. En Madrid, por ejemplo, entre 1939 y 1945, se sustanciaron 167.000 procesos, siendo la provincia con mayor número de ellos, dictándose unas 8.000 sentencias de muerte de las cuales se cumplieron 3.000. Por ello, y por la mano de Franco, fueron 5.000 los que se salvaron de ser ejecutados, es decir, los que le deben la vida personalmente a Franco, sólo en la capital madrileña, y unos 27.000 --50.000 menos 22.716-- los que se la debieron en toda España. Compárese con los casi 73.000 asesinados en la zona frentepopulista a lo largo de la guerra… ¡y en qué condiciones! O con los cerca de 40.000, tanto en Francia como en Italia, “ajusticiados” por nazis, fascistas o “colaboracionistas” sin garantías procesales de ningún  tipo, todo ello permitido por las autoridades aliadas, así como por las nuevas de dichos países, entre las que los comunistas respectivos eran casi mayoría, sobre todo lo cual pesa una losa de silencio sepulcral.

Junto a lo anterior, Franco impulsó una eficaz y amplísima legislación para la redención de las penas de cárcel. Los principios básicos por las que se rigió fueron varios y procedían de diversas fuentes, tomándose muy en cuenta la tradicional doctrina social de la Iglesia y las opiniones esbozadas en el siglo XVI por el jesuita P. Julián Pereda –innovador entonces en esta materia-- cuyos escritos Franco había leído con suma atención. Los principios básicos aplicados fueron los siguientes:

* Los que habían cometido delitos graves debían ser considerados como enfermos morales --no mentales-- con su sentido de la responsabilidad disminuido, por lo que las penas que se les impusieran, cuando lo fueran de cárcel, debían ir orientadas a que en su cumplimiento se hiciera lo posible porque tal sentido de la responsabilidad volviera a ellos.

* Todo preso debía poder cumplir su pena en condiciones humanas dignas y tener la oportunidad de amortizarla y reinsertarse de nuevo en la sociedad sobre la base del trabajo siempre voluntario.

* Mientras que la pena impuesta era la “deuda” que el reo adquiría con la sociedad y que debía saldar mediante su estancia en la cárcel, el trabajo voluntario realizado durante ella era la "moneda" y la forma más directa y expedita que tenía para saldar dicha deuda; por lo mismo, ese trabajo debía ser remunerado como el de cualquier otro trabajador de forma que el penado pudiera mejorar sus condiciones de vida y sustentar a su familia víctima inocente de los desvaríos por él cometidos.

De acuerdo con lo dicho, Franco personalmente, en su calidad de presidente del Gobierno, impulsó a los diferentes ministros de Justicia, especialmente a los primeros tras la guerra que fueron los que tuvieron que aplicar la Ley de Responsabilidades Políticas, a poner en práctica en toda su extensión lo decidido. Así, el Ministerio de Justicia realizó durante años amplias campañas de propaganda por las cárceles para dar a conocer las distintas posibilidades que se ofrecían a los reclusos de redimir sus penas por el trabajo voluntario. A la par, se contemplaron siempre en los presupuestos de dicho ministerio los medios económicos necesarios para que tales trabajos fueran justa y suficientemente remunerados, lo que en una España sumida en la ruina supuso, sin duda, todo un hito, así como un esfuerzo añadido. Parte del salario que se asignó a los presos que decidían trabajar en la multitud de obras públicas puestas en marcha para la reconstrucción de España se les dio en metálico; otra se entregó a su familia; una última se retenía entregándoseles en el momento de su liberación a fin de que así contaran con algunos ahorros. Con ello, fueron mayoría los presos que trabajando siempre voluntariamente en obras como por ejemplo la construcción del Valle de los Caídos, pero también pantanos, carreteras, vías ferroviarias y un largo etcétera, consiguieron en poco tiempo reducir sus penas de cárcel a la mitad e incluso a la tercera parte, quedando pronto en libertad; muchos de ellos seguirían, ya como hombres libres, trabajando en esas mismas obras.

Junto a lo anterior, Franco, que ya manifestara públicamente el 1 de Enero de 1939 su firme intención de que "...la población reclusa se redujera con celeridad...", de motu proprio y en uso de sus prerrogativas como presidente del Gobierno, otorgó una larga relación de indultos y otros beneficios penitenciarios de los cuales, así como de sus consecuencias, recogemos sólo los más significativos de entre ellos:

* 01.10.1939.- Para delitos militares castigados con penas de hasta seis años y un día.

* 24.10.1940.- Creación de una extensa red de "comisiones especiales" encargadas de revisar las sentencias y penas dictadas y ya firmes a fin de ver la posibilidad de disminuirlas sobre la base o de nuevas pruebas o datos o teniendo en cuenta aquello que pudiera beneficiar al preso; caso de surgir en dicha revisión datos que apuntaran a que la sentencia y pena impuesta fue inferior a la debida, en ningún caso dichas comisiones podían utilizarlas para agravar la sentencia o aumentar la pena, dándose en tal caso por bien juzgado el caso, respetándose lo determinado en su momento por el tribunal que lo juzgó. De esta revisión quedaban excluidas sólo las penas a muerte por delitos de sangre. La comisión de revisión de penas para las Fuerzas Armadas conmutó el 50 por ciento de las del Ejército y la Marina, y un tercio de las del Aire; de este último, por ejemplo, de 957 dictadas se conmutaron 354 de las cuales 173 supusieron la inmediata libertad de los penados.

* 04.06.1904.- Concediendo libertad condicional inmediata a los reos con penas inferiores a seis años.

* 01.04.1941.- Extensión del indulto de Junio de 1940 a los reos con penas inferiores a doce años; supuso la inmediata liberación de 40.000 presos.

* 28.09.1942.-    Autorización para la revisión de penas a muerte y de cadena perpetua.

* 16.10.1942.- Liberación de los reclusos con penas de entre doce años y un día, y catorce años; supuso dejar en libertad a unos 20.000 reclusos.

* Del 25.12.1942 y el 26.03.1943.- Liberación de 51.300 reclusos bien por beneficiarse de anteriores indultos, bien por haber redimido sus penas por el trabajo en tan sólo tres años desde el final de la guerra.

* 30.03 y 17.12.1943.- Dos indultos para los condenados a 20 años y 20 años y un día; lo que supuso la liberación de 48.705 presos.

Así, para finales de 1943, debido a la rapidez con que se habían ido liberando los reclusos, se cerraron veintitrés centros de detención.

Pero es que junto a los indultos y demás beneficios penitenciarios citados, ya el 7 de Marzo de 1942, Franco había impulsado la reforma de la Ley de Responsabilidades por la cual se atenuaban muchos de sus preceptos; entre otros se eliminó como delito haber militado en los partidos políticos que figuraban como inductores de la guerra.

Pero aún más importante fue que el 17 de Diciembre de 1943, el Gobierno, a instancias de Franco, suspendió la aplicación de la pena de muerte para todos los delitos derivados de la guerra "...es propicio el Caudillo a no ejecutar más penas capitales (dictadas) como consecuencia de la revolución marxista (es decir de la guerra)...", lo que significó, entre otras consecuencias, la conmutación inmediata de ochocientas sentencias de muerte que iban a ejecutarse en esos días, y por ello que ochocientos condenados salvaran la vida que a partir de ese instante debieron a Franco; quien, dicho sea de paso, nunca firmó ninguna sentencia de muerte, pues como presidente del Gobierno lo que le correspondía era tan sólo dar el “enterado” de la sentencia dictadas por los tribunales en caso de no optar por su conmutación, o sea, lo mismo que vienen haciendo desde siempre los presidentes de gobierno de los países en los que aún hoy está vigente la pena capital.

Gracias a todo lo anterior, en Abril de 1945 el ministro de Justicia español comunicaba oficialmente a las embajadas norteamericana y británica que por parte del Gobierno español se daban por "...cancelados los delitos relacionados con la pasada guerra..."; otra cosa era, por supuesto, los que pudieran derivarse de las acciones de las partidas de terroristas comunistas cuya actividad iba entonces in crescendo. Prueba fehaciente de lo comunicado fue que con fecha 24 de dicho mes se suprimía el Tribunal de Responsabilidades Políticas constituido a raíz de entrar en vigor la ley del mismo nombre, quedando dicha ley reducida prácticamente a algo meramente testimonial.

Además, con posterioridad a tan acelerado proceso de excarcelación de reclusos, destacan los siguientes indultos:

* 1950.-   Con motivo de la celebración del Año Santo se otorgó un indulto especial por el cual un total de 5.000 reclusos de diversa condición quedaron en libertad.

* 1969.-   El 28 de Marzo se concedió una amnistía general para todos los delitos anteriores al 1 de Abril de 1939 cometidos durante la guerra fueran de la gravedad que fueran.

* 01.10.1971.- Indulto general que rebajaría las penas a todos los presos, a excepción de aquellos que las estuvieran cumpliendo como consecuencia de habérseles conmutado la de muerte --caso este último de los etarras juzgados el año anterior en el "Proceso de Burgos"--; el indulto supuso la excarcelación de cerca de 3.000 presos.

Asimismo, todos los años con motivo del aniversario del 18 de Julio y de la designación de Franco como Jefe del Estado el 1 de Octubre, se otorgaban otros indultos de diversos tipos; siempre excluyeron a los sentenciados por delitos de sangre, torturas o violación, aunque no así la redención de pena por el trabajo que sí se les aplicaba.

Junto a todo ello, el 13 de Enero de 1945 se publicaba una reforma del Código Penal que suavizaba en general todas las penas incluidas las aplicables a delitos comunes. A partir de ese instante en ningún caso se consideraría la pena de muerte como castigo único para ciertos tipos de delitos, por graves que fueran, pudiendo los jueces optar siempre por penas alternativas de cárcel, lo que en realidad equivalía a la práctica derogación de la pena capital en España, lo que por ello se hacía muchos años antes de que se hiciera lo mismo en otros países del entorno incluidos los "democráticos"; algo que hoy también se oculta. Todos los delitos contra la seguridad del Estado se rebajaban en un grado. Todo condenado a penas inferiores a dos años quedaría siempre automáticamente en libertad condicional. Entre otras novedades definía como delito el asalto a aeronaves calificándolo, por primera vez en el mundo, como "acto de piratería" y delito el asalto con armas al edificio de las Cortes, artículo que sería aplicado a los autores del 23-F. Como puede comprobarse en nada parecido a lo que ocurre en una dictadura y menos aún a lo que hoy se dice del Generalísimo.

La insistente labor de indultos de penas de muerte y de cárcel impulsada por Franco produjo como resultado que para fecha tan temprana como el 1 de Enero de 1946, es decir, a los seis años y medio de terminada la guerra, la población penal española -sumada la derivada de la contienda y la de delitos comunes- era de tan sólo 32.380 personas -hombres y mujeres-, es decir, inferior incluso a la existente en 1936 bajo el gobierno del Frente Popular; de ellas sólo unos 23.000 lo eran por responsabilidades derivadas de la guerra, siendo el resto, o sea, 9.380, presos comunes.

Pero para mejor comprender la magnitud de lo anterior, baste decir que el 1 de Abril de 1939, día de la Victoria, los nacionales poseían una masa de 800.000 prisioneros frentepopulistas --soldados y civiles--, que tras una ardua y rápida labor de identificación quedó reducida a 1 de Enero de 1940 a 270.719, incluidos los presos comunes, de forma que en tan sólo seis meses se habían puesto en libertad 529.281 personas, la mayoría soldados y mandos subalternos del que fuera ejército rojo enrolados en él bien por las levas obligatorias o bien voluntariamente, pero en los cuales, por su nivel o cargo desempeñado, se consideró que ninguna responsabilidad se les podía exigir.

Quedaron así pendientes de juicio el resto, o sea, los 270.719 citados, por lo que para 1946, sólo cinco años después, restando los 22.000 ejecutados y los 32.380 sentenciados a penas de cárcel, habían sido liberados 216.339 reclusos; muchos de ellos, sin los indultos y métodos de redención de penas por el trabajo auspiciados por Franco hubieran pasado décadas en la cárcel. Ingente labor de humanidad y caridad que hubiera podido ser aún más alta si los crímenes que las partidas de terroristas comunistas que durante esos mismos seis años asolaron algunas áreas de la geografía española no lo hubieran impedido, pues ante tal problema los tribunales se sentían más inclinados a la dureza que a la clemencia presionados por el clima de "guerra" que de ello emanaba.

Recoger también que en 1959 la población penitenciaria total de España sería de tan sólo 14.890 presos --de los cuales, además, sólo 950 lo eran por delitos de "rebelión" o "auxilio a la rebelión", es decir, por delitos "políticos" contra el Régimen--, mientras que por ejemplo en 1935, en plena vigencia de la II República, a la que hoy se quiere presentar como modelo de democracia y libertad, era de 34.526; es decir, más del doble. Para 1961, y a pesar de la ola de agitación que desde el extranjero se impulsaba contra España, el número de presos en relación con los existentes en 1959 aumentará en tan sólo 312, alcanzando la cifra de 15.202, siempre muy inferior a cualquiera de las existentes durante la II República y aún mucho menor a la de cualquier país democrático europeo en ese mismo instante.

Por último, hay que dejar constancia de que a ningún “exiliado” se le negó nunca la posibilidad, cuando lo solicitó, de regresar a España, incluso a aquellos que tenían pendientes causas procesales relacionadas con la guerra, teniendo las embajadas españolas instrucciones concretas en tal sentido. Por eso es falso cuando hoy se acusa al Régimen de haber negado la nacionalidad española a los “exiliados”, y es una barbaridad concederla a sus nietos como "reparación de aquella injusticia" que, como vemos, no existió.


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lunes, 14 de diciembre de 2020

“Quédate en casa”: Artículo censurado a Fernando Sánchez Dragó

 

El artículo que reproducimos ha sido censurado por YouTube a Fernando Sánchez Dragó. Pasen y vean:

-Quédate en casa-

El Séneca está que trina.

Hace 2300 años, me dice, mucho antes de que llegase el Islam, los árabes descubrieron que obligar a las personas a ocultar la nariz y boca quebraba su voluntad e individualidad, y las despersonalizaba. Las volvía sumisas. Por eso impusieron a toda mujer el uso obligatorio de una tela sobre la cara. Luego el Islam la convirtió en el símbolo de sumisión femenina a Alá, a los dueños y guardianes del harén, y al Rey.

La psicología moderna, añade, lo explica: sin rostro no existimos como seres independientes. El niño se mira al espejo entre los dos y tres años, se descubre a sí mismo y toma conciencia de su identidad. A pocos animales les llama la atención un espejo. Sólo a los delfines y a los chimpancés. El resto se individualiza por otros medios. El olfato, por ejemplo.

Y el Séneca, llegado a este punto, me suelta a bocajarro la siguiente letanía:

Quédate en casa, nos dicen, mientras nosotros te dejamos sin trabajo y llevamos tu empresa a la quiebra… Ésa que tantos años te costó crear.

Quédate en casa mientras nosotros decidimos por ti a qué hora puedes salir de ella y en qué condiciones.

Quédate en casa mientras nosotros (tus dueños) decidimos cómo te vas a morir y cuándo.

Quédate en casa, aunque no tengas dinero para comprar comida.

Quédate en casa, aunque a tu madre le queden pocos años de vida y te necesite.

Quédate en casa y no veas a tus nietos por temor a contagiarlos o a que te contagien.

Quédate en casa, pero sigue pagando tus impuestos aunque no generes ingresos.

Quédate en casa mientras nosotros creamos cortinas de humo para que te distraigas, vivas confundido entre cosas triviales o absurdas y no repares en lo que estamos haciendo con tus derechos.

Quédate en casa mientras reventamos la economía sin que puedas hacer nada para evitarlo.

Quédate en casa, porque así podremos ejecutar nuestro planes sin escuchar protestas.

Quédate en casa, porque así te podremos controlar mejor con nuestros dispositivos aéreos aunque tú pienses que son naves espaciales de otro planeta.

Quédate en casa, porque así podremos continuar con nuestra agenda globalizadora sin interferencias

Quédate en casa, mientras nosotros preparamos una lista de entretenimiento virtual para que no te preguntes qué diablos es eso de la nueva normalidad.

Quédate en casa, porque nosotros estamos trabajando duro para asegurarnos de que cada día estés más alejado de tus vínculos y tengas miedo.

Quédate en casa, y ojo con lo que haces porque tus vecinos actúan como policías en constante acecho.

Quédate en casa, no te expongas a la luz solar ni a los gérmenes y así terminaremos de destruir tu sistema inmune.

Quédate en casa hablando por teléfono de estupideces mientras nosotros escuchamos tus llamadas y nos acercamos un poquito más al plan perfecto.

Quédate en casa y así podremos seguir plantando torres radioactivas sin que te enteres.

Quédate en casa y aléjate de todo lo que te vuelve humano.

Quédate en casa y no pelees por tus derechos como ciudadano ni por tu familia. Te quieren dócil, no rebelde.

Quédate en casa, sin libertad, sin trabajo, sin vacaciones, sin capacidad de discernir, sin viajes, sin futuro, sin escuela, pero con Netflix.

Quédate en casa mientras seguimos gestionando una dictadura gracias a tu ignorancia y a tú tolerancia.

Quédate en casa hasta que te deshumanicemos por completo.

Quédate en casa, repite este mensaje mil veces y di a los demás que también lo repitan.

Quédate en casa, porque de tanto decirlo te lo vas a terminar creyendo no por dos meses o por un año, sino durante el resto de tu vida.

Quédate en casa y entérate de una vez de que no te quieren sano, sino esclavo.

Hasta aquí la letanía que me ha soltado el Séneca esta mañana.

Yo, perplejo y contrito, me enfundo una zamarra, me pongo los zapatos, me escondo tras la mascarilla, no vaya a ser que me empapelen, miro el reloj, compruebo que aún faltan unas horas para el toque de queda y salgo un ratito a la calle.

No se inquieten. Es sólo un ratito. Enseguida volveré a quedarme en casa.
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A este paso en unos años, nada de lo que conocí en mi infancia y juventud existirá, pero la chusma vivirá feliz, viendo telebasura, comiendo grillo a la plancha y paté de mosca, bebiendo leche de cucaracha, sin viajar, sin salir de noche, sin coches, sin excursiones, sin comidas ni fiestas, en resumen, sin vida… y como dice el ministro de Sanidad, acostumbrados «para siempre» a llevar la nariz pegada a una mascarilla.

Esta claro, la gente es mayoritariamente gilipollas y merece ser esclavizada.

Fernando Sánchez Dragó

Fuente

sábado, 5 de diciembre de 2020

Ursula Haverbeck de nuevo en prisión


Ursula Haverbeck, de 92 años, ha sido condenada a otra pena de prisión por un tribunal de Berlín. El Tribunal de Distrito de Tiergarten impuso una sentencia de un año de prisión sin libertad condicional. El juicio ha sido nuevamente a consecuencia de un video en internet en el que Haverbeck vuelve a cuestionar la versión oficial.

En esta ocasión Úrsula realizó sus comentarios durante una entrevista realizada por un medio digital ns. La fiscalía exigió un año y tres meses de prisión durante el juicio. El abogado de Haverbeck, que ha representado a diferentes camaradas represaliados, argumentó que Haverbeck no era consciente de que el video sería publicado. Sólo quería explicar por qué fue condenada en 2017.

El tribunal no acepto los argumentos y explicaciones de Úrsula y ve inadmisible que se haga de forma pública “difusión y el refuerzo de las ideas nacionalsocialistas”. Del mismo modo, el Tribunal piensa que, Úrsula es un caso perdido en cuanto a sus posturas políticas y ha declarado que esta “irremediablemente perdida”.

En este caso, la pena de prisión no está dirigida a la reeducación, sino más bien a castigar a los disidentes. El compromiso de Haverbeck se mantiene firme ante un gobierno temeroso que no permite la opinión libre. ¿Bajo qué intereses está actuando la justicia alemana?

Enlace

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Leer a Mishima y no morir en el intento (50 aniversario)

 

Lo tengo que reconocer, soy un apasionado lector de Mishima. Desde que tope por primera vez con este samurái de las letras he leído todos sus escritos que se han editado en español. También todos los escritos que versan sobre él. Puedo decir que habiendo bastante literatura en torno a Mishima, nos encontramos con textos brillantes y otros que no lo son tanto.

Yukio Mishima es uno de los escritores más controvertidos, brillantes, dramáticos, y a la vez delicados de las letras niponas contemporáneas al que, como total seguidor admiro, pero, cuya lectura no prescribo a la ligera a cualquier lector.

En varias ocasiones ha surgido la cuestión de por dónde empezar en una lectura Mishiminiana sin morir en el intento. Sobre todo, a los lectores nacionalistas que, buscando una lectura en defensa de la tradición y los valores eternos, descubren el listado interminable de obras de este genio nipón, que no siempre es acorde con sus ideas o con un Mishima preconcebido.  

Mishima es un autor intenso. Obsesionado con lo excelente, tanto en el fondo como en la forma y siempre desde una visión cuasi espartana. Personajes cerebrales, enfrentados a sus polos opuestos, con sentimientos profundos a flor de piel que en numerosas ocasiones no logran detener sus impulsos más oscuros. Pero este lo dejamos en sus novelas para centrarnos en el ensayo.


Recomendare la lectura de dos títulos fáciles de conseguir que no dejaran indiferentes al lector. También un video que nos ayudara a comprender en términos generales al Mishima estético-político.

LECCIONES ESPIRITUALES PARA JÓVENES SAMURÁIS

Esta joya esta compuesta por cinco textos con diversos apartados esenciales para entender el pensamiento Mishima. A medida que el lector avanza en la obra, va penetrando en el mundo del autor compuesto de belleza, muerte y erotismo envuelto en el secular código de honor de los Samuráis. Lecciones espirituales para los jóvenes samuráis es todo un testamento ideológico. En el subraya la necesidad de construir, o más bien recuperar, una ética viril y guerrera donde se mantenga como eje principal los valores eternos de la lealtad, el respeto, la educación, el coraje y el esfuerzo.  Habla de forma abierta de las frustraciones que el propio Mishima sufre viviendo en un Japón rendido a la modernidad extranjera. Realiza un análisis de vida y expone lo qué le llevo a formar e integrar una milicia desarmada como la Sociedad del Escudo: “la llama perdida del espíritu de los guerreros”.


Reivindicando de este modo, el honor extremo de los Samuráis ancestrales, como peculiaridad esencial en el alma de Japón.  Dando un repaso al arte, la política, el pudor, el esfuerzo, el placer,…

Un capítulo totalmente decisivo es “Introducción a la filosófica de la acción”. Donde desarrollara su propio significado de las acciones. Para Mishima, la acción es la más importante de los ejercicios por ser a su vez el más efímeroPero a su vez, la reflexión estética debe estar precedidas por una larga preparación, junto con un cultivo lento y religioso que, son precedidos por un largo periodo de consecuencias trágicas. Una filigrana filosófica que debe formar espiritualmente a los jóvenes héroes.


SOL Y ACERO

Publicado en 1967, es decir, tres años antes de su suicidio. El propio autor declara que se trata de un “híbrido entre la noche de la confesión y el día de la crítica”. Y su pilar central será el culto al cuerpo como argumento estético.  

Mishima escribió este pequeño opúsculo con 42 años. Tenía más que seguro su dramático final: el suicidio ritual. Durante este último periodo de tiempo, Mishima dedicaría todo su esfuerzo en finalizar tanto la acción como el pensamiento. Planeo al detalle su incidente y, en el ámbito de las letras, acabó su obra magna El mar de la fertilidad. Esta tetralogía, es una compleja novela que, marcaria su testamento literario. 

Sol y acero rompe con los escritos habituales de Mishima. Es un punto y a parte en el desarrollo de su pensamiento. Una ruptura interna que se exterioriza mediante el esfuerzo del cuerpo y su reencuentro con el sol. No solamente cambio de cuerpo físico, sino que transformo también su escritura.


Esta tremenda transformación, es un vuelco violento y radical, que golpea contra los fantasmas del pasado lejano del propio autor. De este modo materializa, la mente brillante en el cuerpo de un guerrero de la antigüedad. El monje guerrero.    

“El acero me enseñó con exactitud la correspondencia entre el espíritu y el cuerpo”

Por otra parte, podemos certificar, su búsqueda continua de la “sensación plena de la vida”. Realizando un culto desmesurado a la formación del cuerpo, una ferviente devoción a la propia disciplina que, implica conseguir sus objetivos por la misma necesidad de sentir esa sensación buscada desde su infancia:

“Es verdad que, cuando levantaba un cierto peso de acero, yo era capaz de creer en mi propia fuerza. Sudaba y jadeaba pugnando por obtener una prueba de esa fuerza. En momentos como ese, la fuerza me pertenecía a mí, y también pertenecía al acero. Mi sentimiento de existir se alimentaba de sí mismo (…)  Evidentemente, mi felicidad se basaba en la alegría de haber superado finalmente las pruebas necesarias para habitar allí (…) Este precioso pasaporte, no a través de las palabras, sino de cultivar mi cuerpo y nada más que eso”.


PELÍCULA “PATRIOTISMO”O“EL RITO DEL AMOR Y LA MUERTE”

“Patriotismo” es un cortometraje de 1966 dirigido y protagonizado por el propio Mishima. Está basado en su cuento corto con el mismo nombre publicado en 1960. Es una película muda, en blanco y negro y de poco menos que treinta minutos. Está ambientada en el intento del golpe de estado Ni-niroku Jiken, por parte de un grupo de jóvenes oficiales del ejército. Estos entusiastas del sistema imperial se alzaron sin ningún éxito el 26 de febrero de 1936. El protagonista, interpretado por Mishima, es Takeyama, un joven oficial que, pese a simpatizar con las ideas de sus camaradas de armas, decide excluirse de la rebelión por haber contraído recientemente matrimonio con la bella Reiko. No logra superar sus remordimientos y cambia de idea, pero ya es tarde para unirse al alzamiento. Se aplica la ley marcial y es muy posible que el joven oficial sea llamado a unirse a las tropas leales y reprender a los sublevados. En caso de ser apresados los rebeldes, se les aplicaría la pena de muerte. Takeyama, teme que sea incluido en el pelotón de fusilamiento y tenga que dar muerte a sus camaradas. Tras un profundo y largo tormento, decide practicarse el ritual guerrero del seppuku, con su esposa como testigo. Posteriormente ella también se suicida cortándose la garganta con un puñal corto.


Este relato, anacrónico y fuera de los estereotipos y modas del japón de la época, era la carta exaltada y abiertamente desafiante, por parte de su vehemente autor, a la generación de postguerra. Mishima se rebelaba frente al espíritu decadente postmoderno. La descripción con gran detalle del suicidio del joven oficial era, la negación máxima de los cimientos sociales modernos. El profundo rechazo a la percepción colectiva que tácita e implícitamente se representaba en la sociedad decadente de postguerra.

Ambientada en una habitación individual, se compone de tomas anchas estáticas y primeros planos, la mayoría de los cuales oscurecen los ojos de su mudo protagonista. Predomina el color blanco, símbolo de la pureza imperial y habitual en el teatro tradicional Noh. Una vez más Mishima explora el suicidio ritual, esta vez estético, uniendo lo visual con la belleza, el amor, la disciplina, el compromiso y la muerte.

Al fondo de la habitación, cuelga una pintura kanji que dice “Sinceridad”. Esta palabra que adquiere connotaciones simbólicas en el sepukku, actúa como elemento visual sumamente importante. Determinará el ángulo, la iluminación y las posiciones de los actores durante el teatro. Pese a permanecer estable, fija la determinación absoluta de los protagonistas. Sirve también para recordar al espectador la devoción que tienen ambos a su nación y al Emperador. En el relato se puede comprobar perfectamente la intención que Mishima tiene en representar un dios que se encarna como persona humana. Lo que en la cultura japonesa se llama arahitogami (1).

Harto de la sociedad que le tocó vivir, después de haberla combatido fructíferamente con la pluma, solo quedaba dar el paso, mediante el Patriotismo, hacía una acción violenta que, actuase de revulsivo contra las conciencias dormidas. Mishima pasaría a la eternidad un 25 de noviembre de 1970, es decir hace 50 años, mostrando su total sinceridad mientras se rasgaba el vientre en honor y redención del emperador.

Honor y Gloria eterna a Mishima.

Fuente

El mito del Euskera perseguido por Franco, por Francisco Torres

  Lamentablemente, cuando hoy alguien busca información sobre un tema acude de forma inmediata a la red. Un lugar donde cabe cualquier cosa ...