viernes, 5 de junio de 2020

SOBRE LOS CAMPOS DE LA MUERTE DE EISENHOWER


A pesar de que Alemania respetó en general la Convención de Ginebra con las tropas apresadas de esas nacionalidades, Francia y EE.UU. no actuaron a la recíproca, provocando con ello la muerte por hambre, enfermedades o asesinato, de un millón de soldados ya desarmados. El clásico sobre este tema es la obra “Other Losses”, del periodista canadiense James Bacque (Fenn Publishing Book, Bolton, Ontario, Canadá, 1999).
La razón de la notoriedad de la obra es la conclusión del autor de que el general Dwight D. Eisenhower, como jefe de la ocupación estadounidense de Alemania en 1945, acabó deliberadamente con la vida de prisioneros de guerra alemanes en cantidades asombrosas. El Sr. Bacque acusa que:
“Las víctimas indudablemente suman más de 800,000, casi seguramente más de 900,000 y probablemente más de un millón. Sus muertes fueron causadas a sabiendas por oficiales del ejército que tenían recursos suficientes para mantener con vida a los prisioneros”.
El método de Eisenhower, según el Sr. Bacque, era simple: cambió la designación de los prisioneros de “Prisioneros de guerra” POW, requeridos por la Convención de Ginebra para recibir las mismas raciones que los GI estadounidenses, a “Enemigo desarmado” DEF, lo que le permitió reducir sus raciones al nivel de hambre. Hubo maltrato generalizado de prisioneros alemanes en la primavera y el verano de 1945. Los hombres fueron golpeados, se les negó el agua, se los obligó a vivir en campamentos abiertos sin refugio, sin instalaciones sanitarias mínimas, se les dieron raciones de comida inadecuadas y atención médica inadecuada. Su correo fue retenido. En algunos casos, los prisioneros hicieron una “sopa” de agua y hierba para hacer frente a su hambre. Los hombres murieron innecesaria e inexcusablemente. Sus muertes fueron encubiertas en los registros del Ejército al enumerarlas como “otras pérdidas” en gráficos que muestran los totales semanales de prisioneros disponibles, números dados de alta, etc.
El Sr. Bacque quedó tan indignado por su descubrimiento del crimen atroz que afirmo que:
“Deberían derribar cada estatua de Eisenhower, y cada fotografía de él y anular su memoria de la historia de Estados Unidos lo mejor que puedan. podrían mantenerse excepto para decir: Aquí había un hombre que hizo cosas muy malas de las que nos avergonzamos”.
Otro de los muchos “Crímenes de los buenos” que nunca verás por televisión. Un pequeño documental para los mas incrédulos:

Jacques Bacque

James Bacque nació y estudió en Upper Canada College y Trinity College en Toronto. Licenciado en literatura e historia publicó su primera novela The Lonely Ones, en 1969. Sus libros, artículos y documentales de televisión en Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania. Bacque han ganado varios premios literarios incluida la Medalla Bismarck. Su último título, “Spirit Builders”, narra el trabajo de Frontiers Foundation en Canadá.
Fué el autor, entre otros, de libros como OTHER LOSSES (Otras pérdidas) y “EISENHOWER’S DEATH CAMPS (Los campos de la muerte de Eisenhower) en las que denunciaba la desaparición de uno a dos millones de soldados alemanes en los campos de concentración de Eisenhower en los prados del Rhin, que nunca volvieron a casa. Como era época de “paz” no eran caídos en combate, por lo que fueron calificados como “otras pérdidas”. Oficial médico del ejército norteamericano fue testigo de dicho exterminio.
JAVIER FERNÁNDEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El mito del Euskera perseguido por Franco, por Francisco Torres

  Lamentablemente, cuando hoy alguien busca información sobre un tema acude de forma inmediata a la red. Un lugar donde cabe cualquier cosa ...