viernes, 12 de junio de 2020

Grandes hitos de la "liberación" aliada de Europa: Hamburgo

Historia

Fundada por Carlomagno con la finalidad de ofrecer una protección contra los saqueadores eslavos en el año 808, Hamburgo fue punto de origen del inicio de la cristianización del norte de Europa. Un arzobispado fue instaurado en el año 834. Hamburgo tuvo que ser reconstruido una y otra vez debido a los repetidos saqueos e incendios por parte de daneses y eslavos, lo que ralentizó su crecimiento comercial hasta el siglo XII. Le fueron concedidas franquicias y derechos de pesca en el Elba por Friedrich I. Lübeck y Hamburgo formaron la Liga Hanseática a principios del siglo XIII. Hamburgo fue proclamada ciudad imperial libre del Sacro Imperio Romano Germánico en 1510 por Maximiliano I y prosperó. Fue ocupada y saqueada por tropas francesas napoleónicas tras la batalla de Lübeck en 1810.

Las fuerzas rusas del general Bennigsen liberaron la ciudad en 1814. En 1860, el estado de Hamburgo estableció una constitución republicana. Hamburgo ha sido un estado independiente de la Confederación Germánica (1815-1866), de la Federación Alemana del Norte (1866-1871), del Imperio Alemán (1871-1918) y de la República de Weimar (1919-1933). Durante el régimen nacionalsocialista fue un Gau desde 1934 hasta 1945.

Durante la primera mitad del siglo XIX, una diosa patrona de Hamburgo con nombre en latín Hammonia surgió, sobre todo en las referencias románticos y poéticas, Hammonia se convirtió en el símbolo del espíritu de la ciudad durante este tiempo. En 1888 Hamburgo entra en la Unión Aduanera Alemana. Hamburgo tuvo un rápido crecimiento durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando su población se cuadruplicó a más de 800 000. Este crecimiento de la ciudad hizo de su puerto el tercero más importante del comercio europeo del Atlántico. Albert Ballin, como director de la Hamburg-America Line, la convirtió en la compañía naviera de trasatlánticos más grande del mundo. Hamburgo fue el puerto preferido para la mayoría de los alemanes del Este y los europeos que salían para el Nuevo Mundo.

Genocidio

La Segunda Guerra Mundial reduciría a la mitad la población de Hamburgo, principalmente en lo que había en el tiempo considerado el asalto más pesado en la historia de la guerra aérea. Los funcionarios británicos más tarde lo llamaron el “Hiroshima de Alemania”. En el marco de la Operación Gomorra, tuvieron lugar cinco ataques nocturnos por parte de la Royal Air Force y dos ataques diurnos por parte de las USAAF.

En esa noche infernal de julio, Hamburgo se vio envuelto en un abismo de llamas cinco veces más alto que el Edificio Empire State con vientos superiores a 150 millas por hora. Todo y todos a su paso fue absorbido y tragado vivo. Frió literalmente a la gente el pavimento en llamas y asó a la gente en refugios mientras luchaban desesperadamente por respirar.

Durante los bombardeos se emplearon tanto bombas explosivas como incendiarias. Las primeras destrozaban los tejados de los edificios, de modo que el fósforo de las segundas cayera directamente en el interior de las viviendas y en los huecos de las escaleras. Éstos, casi en su totalidad de madera, propagaban el fuego hacia el interior de las plantas subterráneas, de modo que las casas ardían completamente hasta los cimientos.

Cada ataque se centraba siempre en un determinado sector de la ciudad. El punto de referencia principal era la torre de 147,3 m de la St.-Nikolai-Kirche, cuyas ruinas no han sido reconstruidas y sirven hoy en día de monumento y recordatorio de la Operación Gomorra.

Los búnkeres construidos para la protección de la población solo podían ofrecer en esta fase final de la guerra una protección limitada; a lo largo de la misma, las bombas se iban haciendo cada vez más potentes, de modo que los búnkeres apenas podían ya resistirlas. La falta de oxígeno provocada por los incendios provocó también la muerte por asfixia de muchas personas encerradas en ellos.

Los bombardeos de Hamburgo dejaron destruida el 70 por ciento de la ciudad bajo la lluvia de 9,000 toneladas de bombas. Asesinó de 40,000 a 50,000 personas de una manera tan agonizante como se podría imaginar y dejó a un millón de personas sin hogar de repente. La biblioteca de la universidad con sus 800.000 volúmenes fue hecha desaparecer, la antigua ciudad quedó completamente destruida… sin embargo, Hamburgo se vería atacada otras 69 veces hasta el final de la guerra.

Un testigo ocular suizo de los raids sobre Hamburgo, escribiendo para el National-Zeitung, informó:

“Calles enteras,plazas e incluso distritos habían sido arrasados. En todas partes había cadáveres carbonizados y heridos que habían quedado desatendidos … Los cadáveres adultos se habían reducido al tamaño de los niños. Las mujeres vagaban completamente ausentes. Esa noche, el distrito de trabajadores más grande de la ciudad fue aniquilado “.

La ciudad hoy

Para los ciudadanos de Hamburgo, la Operación Gomorra constituye el momento más crucial de la historia de la ciudad. Los afectados han comentado los efectos de los bombardeos y contado sus experiencias personales en multitud de medios de comunicación. Las consecuencias de la Operación Gomorra siguen siendo visibles hoy día, por ejemplo, el barrio de Hammerbrook, antiguamente poblado por trabajadores del puerto, resultó totalmente destruido y ya no existe en él prácticamente ningún edificio de viviendas ni ninguna construcción antigua. En lugar de eso, hay ahora edificios de empresas, bloques de oficinas y comercios de automóviles.

La tormenta de fuego destruyó completamente muchas partes de la ciudad. Antiguos barrios del centro de la ciudad (como la Altstadt de Altona) ya no existen, y lo mismo ocurre con diversos monumentos. Iglesias que antes estaban integradas en calles repletas de edificios antiguos, como la St.-Nikolai-Kirche, la St.-Michaelis-Kirche o la St.-Trinitatis-Kirche, están actualmente aisladas y por motivos económicos no han sido restauradas más que parcialmente. Plazas como la del mercado de Eimsbüttel (Eimsbütteler Marktplatz) no son hoy más que nombres en placas conmemorativas y en carteles de calles. Anchas calles que soportan gran tráfico como la Ludwig-Ehrhard-Straße o la Holstenstraße eran antiguamente apretadas zonas de viviendas. El parque Öjendorfer, un paisaje de colinas en el barrio oriental de Billstedt se alza sobre escombros de la guerra que fueron trasladados allí. Los últimos restos de la Operación Gomorra fueron retirados a finales de los años 1960. Pequeños canales, incluyendo algunos que unían el Elba y el Alster fueron tapados con escombros y se ha construido encima, sobre todo en la parte del centro. Los edificios nuevos se construyeron en la posguerra de modo que se pudiera evitar la propagación de incendios.

Para la Hamburgo de la posguerra la Operación Gomorra no es importante solo desde el punto de vista arquitectónico. La tormenta de fuego de 1943 ha quedado grabada en la memoria colectiva. Hasta hoy, durante los aniversarios del ataque, se hacen ofrendas florales, se celebran ceremonias y exposiciones en museos y se inauguran monumentos conmemorativos. Un viandante que camine por las zonas afectadas de la ciudad (Barmbek, Dulsberg, Eilbek, Rothenburgsort, Wandsbek, Altona, Eimsbütte) encontrará innumerables edificios de posguerra con inscripciones con el escudo de la ciudad y la leyenda “Destruido 1943-19XX reconstruido”. Estas placas están subvencionadas por las autoridades urbanísticas de la ciudad.

Delante de un centro comercial en la calle ‘’Hamburger Straße’’ hay un monumento en recuerdo de 370 víctimas que el 30 de julio de 1943 se refugiaron en un comercio cercano y murieron por envenenamiento por monóxido de carbono. El monumento fue inaugurado el 8 de mayo de 1985 y se encuentra en mitad de una isleta en un cruce. Aunque ahora está atravesado por una calle de 7 carriles, antes eran dos calles de unos 15 metros de ancho. Las últimas ruinas en lo que ahora es la mediana fueron demolidas en los años 1960.

En el cementerio de Ohlsdorf se encuentra la tumba colectiva de las víctimas del bombardeo con un monumento de Gerhard Marcks inaugurado el 16 de agosto de 1952. Allí es donde se depositan anualmente coronas de flores.

JAVIER FERNÁNDEZ

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