miércoles, 25 de agosto de 2021

Leni Riefenstahl, una mujer excepcional

 

Este 22 de agosto, se cumplen 119 años del nacimiento de Leni Riefenstahl, actriz y cineasta alemana, célebre por sus producciones artísticas durante el III Reich y por su cercana relación de amistad con Hitler. Y desde luego, una de las mujeres más interesantes y fascinantes de todos los tiempos.

Leni nació en Berlín el 22 de agosto de 1902 siendo la hija primogénita de un empresario de la industria de la calefacción. Desde su infancia demostró interés por la pintura, y más adelante comenzó su carrera artística como bailarina, aunque tuvo que dejar la danza a causa de una lesión de rodilla que la impidió continuar con esa actividad, pero que, sin saberlo en ese momento, le abrió nuevos horizontes a su talento, fundamentalmente en el cine y los documentales.

Hace muchos años tuve la ocasión de ver toda la filmografía de Leni Riefenstahl en la Filmoteca Nacional de Madrid (Cine Gustavo Doré), en Versión Original, y desde luego, no hubo ni una sola de sus películas que me dejara indiferente o me pareciera mediocre.


Leni se inició en el cine como actriz con la película “Tragödie im Hause Habsburg” (“Tragedia en la Casa de Habsburgo”, 1924). Pero se convirtió pronto en una pionera en el cine de montaña, con varias películas con ella como actriz protagonista. La primera de ellas fue “Der Heilige Berg” (“La montaña sagrada”, 1926), dirigida por Arnold Fanck, con quien Leni trabajó en ese género cinematográfico con un mensaje no solo del montañismo como deporte o aventura sino como escuela de vida.

Posteriormente pasó a la dirección con la película “Das Blaue Licht” (“La luz azul”, 1932) que, tras ser premiada en el Festival de Venecia, la lanzó a la fama internacional.


En ese mismo año, 1932, Leni escuchó a Hitler en un mitin y quedó tan impresionada que, a partir de entonces, ella le ofreció su talento y su colaboración. Hitler le ofreció filmar la concentración del Partido en el Campo Zeppelin de Nuremberg en 1933 ya que Hitler se había quedado muy impresionado con el primer trabajo de Leni como directora cinematográfica con “Das Blaue Licht” (“La luz azul”, 1932), película que entusiasmó a Hitler y a partir de la cual se fijó en ella.

En 1933, Leni realizó con Arnold Fanck como director, “S.O.S. Eisberg”, una película muy bella de aventura filmada en Groenlandia con la que finaliza su etapa de cine de montaña con dicho director.


En este punto cabe recordar que la conocida actriz y cantante alemana Marlene Dietrich, berlinesa y de la misma edad que Leni, que ya se había dado a conocer haciendo de cabaretera en la película “El ángel azul” (1930), prefirió irse a EEUU y adoptar la nacionalidad estadounidense, que le fue concedida en 1939, llegando a actuar para las tropas estadounidenses en 1944. Es el contrapunto de Leni Riefenstahl, cuando Walt Disney fue uno de los pocos empresarios cinematográficos que recibieron abiertamente a la cineasta alemana, en su visita a Hollywood en 1938, cuando la mayor parte de la industria cinematográfica norteamericana, en manos de los innombrables, le cerró sus puertas a Leni Riefenstahl.



Leni aceptó la propuesta de Hitler y realizó lo que hoy se conoce como “La Trilogía de Nüremberg”, formada por:

  • “Der Sieg des Glaubens” (“La victoria de la Fe”, 1933)
  • “Triumph des Willens” (“El triunfo de la Voluntad”, 1934)
  • “Tag der Freiheit: Unsere Wehrmacht” (“Día de la Libertad: Nuestras Fuerzas Armadas”, 1935)

“La Trilogía de Nuremberg” de Leni Riefenstahl es uno de los documentales político-propagandísticos más efectivos jamás filmado. Es preciso decir aquí que la película sobre la Wehrmacht la hizo debido a las quejas de los Generales de que, en sus anteriores documentales de los Congresos del Partido en Nuremberg, en los desfiles no aparecía ni un solo militar, ni una sola arma, tan solo el ejército socialista de la pala formado por el Frente del Trabajo, la organización más numerosa en el III Reich y también la organización obrera más importante de la historia, con más de 20 millones de afiliados. Si a eso le añadimos que los discursos de Hitler en los Congresos del Partido, hablaban de la paz, del trabajo, de la alegría, de la juventud y de la armonía entre las naciones, los Generales del Ejército se quejaron porque querían más protagonismo, y por ello Leni les dedicó una película.

También es preciso recordar que, en la filmación de los documentales de los Congresos del Partido, a menudo los jefes del Partido le indicaban a Leni cómo querían que se filmara. Hitler ordenó que ante discrepancias, se hiciera como considerara Leni, pues ella era la mejor en ello, lo que teniendo en cuenta que Leni nunca fue miembro del Partido, que se antepusiera su criterio al de los principales dirigentes del Partido, da una idea de cómo se disponía en todo: El mejor a  la cabeza. Y el mejor en este caso era ella, Leni Riefenstahl.


Su siguiente obra importante como directora fue el mega-documental de más de cuatro horas de duración “Olympia” (1938) con dos partes (Parte I: Festival de las Naciones y Parte II: Festival de la belleza), en la que filmó los Juegos Olímpicos de Berlin en 1936, verdadero hito cinematográfico ya que nunca antes se habían filmado unos Juegos Olímpicos. Cabe destacar los avances técnicos y de producción utilizados por Leni Riefenstahl en estos trabajos, siendo pionera en la utilización de medios y formas de rodaje y postproducción muy recurrentes hoy día en las producciones audiovisuales, pero indudablemente innovadoras en aquella época.

La producción de “Olympia” le llevó dos años de trabajo, y en la filmación colaboró estrechamente con el cámara y fotógrafo Walter Frentz (1907-2004), su cámara favorito, que colaboró como tal en todos los trabajos de Leni Riefenstahl desde entonces y hasta 1945. Fue también Walter Frentz uno de los últimos en abandonar el bunker del Führer el 24 de abril de 1945.


Leni Riefenstahl, trabajadora incansable, colaboró en algunos aspectos con el arquitecto Albert Speer, cuando era uno de los arquitectos más destacados en el régimen nacionalsocialista, en la creación de la famosa Catedral de luz o Lichtdom que fue una característica estética principal de los Congresos del Partido celebrados en Nuremberg desde 1934 hasta 1938. Este efecto, diseñado por el arquitecto Albert Speer, constaba de 152 reflectores antiaéreos, a intervalos de 12 metros, dirigidos hacia el cielo para crear una estructura luminiscente en un recinto donde se agolpaban miles de participantes en la oscuridad en el Zeppelinfeld. Esta técnica se puede ver utilizada también en el documental de “Olympia”.

Leni Riefenstahl siempre comentó ser una entusiasta simpatizante de Hitler, y a diferencia de otros, ella nunca pidió perdón por ello. Fue también amiga de Rudolf Hess, de Josef Goebbels, y de Albert Speer. En 1938, Leni Riefenstahl se casó con un oficial de la Wehrmacht llamado Peter Jacob. Durante la guerra, perdió a su hermano en el frente ruso. Su padre murió el 20 de julio de 1944 afectado por un cáncer, el mismo día del atentado contra Hitler.


Por entonces, Leni estaba trabajando en una película inspirada en una Opera del compositor Eugene d´Albert sobre un libreto de Rudolf Lothar basado a su vez en un drama del dramaturgo de la Renaixença catalana Angel Guimerà, “Tiefland” (“Tierra baja”) que debido a la situación al final de la guerra y de que como consecuencia de su “desnazificación” después de la guerra a Leni se le prohibió ejercer como directora de cine, esta película no se puedo estrenar hasta el año 1954.

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Leni Riefenstahl tuvo problemas en su vida privada, su matrimonio fracasó y además el gobierno francés se empeñó en enjuiciarla pues la acusaron de “apología del nazismo”, pese a que ella nunca fue miembro del Partido. Leni siempre afirmó que sus filmes y trabajos sólo fueron producto de su actividad profesional. Pero su amistad con Hitler, de la que ella jamás renegó, le acompañó como una maldición el resto de su vida.

Finalmente, en 1948, fue eximida de culpabilidad, aunque, no obstante, se le confiscaron todos sus bienes.

A partir de la década de 1950, Leni Riefenstahl inició una nueva y estimulante etapa profesional, esta vez como fotógrafa. A finales de la década siguiente produjo una detallada documentación fotográfica de un gran interés antropológico sobre un pueblo africano, los Nuba, de Kau (“The Last of the Nuba”. Harper, Nueva York,1974, y “The People of Kau”. Harper, Nueva York, 1976).


En años posteriores realizó varias producciones sobre la vida submarina, filmando ella misma a la vez que hacía submarinismo al final de su vida. “Impressionen unter Wasser” (“Impresiones bajo el agua”, 2002), fue su último documental, de una extraordinaria belleza.


Su vida fue plena en vivencias y amor al arte fotográfico, el cual constituye su más preciado legado, ya que la fotografía fue otra de sus grandes pasiones junto al cine.

Leni Riefenstahl, que padecía cáncer y problemas dorsales, falleció mientras dormía, tras un progresivo deterioro de su salud, el 8 de septiembre de 2003 a los 101 años de edad en su casa de Poecking, a bordo del “Starnberger See”, en Baviera.

Leni Riefenstahl no necesitó nunca ser feminista para salir adelante y destacar, sencillamente porque ella era la mejor en lo suyo, y todos los sabían.

Eduardo Núñez

Fuente

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