jueves, 31 de agosto de 2023

El mito del Euskera perseguido por Franco, por Francisco Torres

 Lamentablemente, cuando hoy alguien busca información sobre un tema acude de forma inmediata a la red. Un lugar donde cabe cualquier cosa y que es utilizado, en ocasiones, como fuente de difusión de la nueva verdad. Parece que nos hemos dicho: ¡Qué más dan los documentos o las investigaciones cuando lo que informa e instruye son los contenidos de la red! Situación que se agudiza entre quienes solo buscan referencias en youtubers, influencers y vídeos de Tik-Tok, junto con la plaga de los creadores de contenidos contratados ad hoc.

Hoy es casi dogma, y a ello contribuyen no pocas páginas de la red, mantener que el vasco/vascuence/euskera fue perseguido e incluso prohibido en el régimen de Franco; hay quienes van más allá y fabulan con un programa consciente de destrucción.

Ante ello, ante el mito, de poco valen los sucesivos estudios que desmienten o matizan en mucho afirmaciones como las anteriores, cuando en internet se mantiene la corriente contraria. Naturalmente han existido voces autorizadas que sostienen lo contrario así, por citar un ejemplo de fácil acceso, el filósofo Pedro Insua reputa como mentira la persecución de las lenguas regionales («La mentira del franquismo y las lenguas», El Mundo, 13-12-2017). En este mito ahistórico ha pesado la construcción ideológica nacionalista que hizo y hace del victimismo bandera permitiéndole reclamar ante viejos agravios, reales o manipulados, y legitimar políticas tales como los procesos de inmersión. Volvamos al caso del euskera como ejemplo de cuanto antecede.

La celebre Wikipedia (cuyos contenidos dependen de quién los cuelgue y su admisión) cuando se pregunta por la «censura al Euskera» durante el régimen de Franco, nos ilustra con un curioso vacío temporal que nos lleva a saltar desde las prohibiciones parciales durante la guerra civil hasta la Transición, como sí esa situación de excepción hubiera sido permanente. En la misma línea, que ha hecho fortuna, tenemos la información que se puede encontrar en la Fundación Sabino Arana… y así… Y ¿qué nos dicen?

Cuando buscan como demostrar su aserto sobre la persecución recurren a remontarse a la guerra civil, para después construir un artificial relato. Es usual, casi un mantra, mencionar la «persecución» iniciada en 1937, con la intención de trasladar que era una orden del gobierno nacional, que se aplicó en todas las provincias vascas y que, dada la ausencia de datos posteriores, se mantendría durante todo el régimen de Franco. El problema es que la afamada prohibición fue dada por la comandancia militar de San Sebastián en mayo de 1937 (la prohibición realizada por las autoridades fascistas según cuenta mugakultura.eus) y no es un decreto firmado por Francisco Franco. Después se citan algunas órdenes arbitrarias, como la que indicaba en 1938 que Iñaki o Koldo eran nombres «conta la unidad de la Patria». O que en 1938 la Comandancia militar de Durango indicara que en las Iglesias «no debe permitirse la predicación en vascuence», aunque existía la prevención de que si se estimaba que la mayoría de los feligreses no entendían el español se diera un resumen de la plática en vascuence (entonces la misa era en latín). La siguiente referencia es la estúpida orden del Gobierno Civil de noviembre de 1948, otros lo achacan a la autoridad municipal, para la retirada de las inscripciones en euskera en el cementerio de Guernica. Todo ello se adereza recordando que la represión fue real porque no se utilizaba el euskera en los ámbitos oficiales o en las escuelas (lo que como veremos no era una novedad). Poco más.

Esas son las referencias que se repiten para después caer en el silencio de lo que sucedió en las siguientes cuatro décadas. La pregunta es: ¿cuál fue la política del régimen con respecto a la lengua y cultura expresada en vasco? ¿Existió o solo fue represión? Más allá de la evidente continuidad del proceso de castellanización/fusión en lo común que se remontaría en la modernidad al siglo XVIII, en el otro plato de la balanza habría que incluir o mencionar cómo fue desarrollándose la política cultural/idiomática con respecto a lo vasco. Pero ello se obvia, se oculta, se difumina, se autocensura porque destruye, documentalmente, la tesis de la persecución y la erradicación.

Hagamos un resumen rápido, incompletísimo, que nos sirva para tener algunas pinceladas del puerto a que queremos arribar. Recordemos: desde 1941 es posible encontrar publicaciones editadas en euskera; la Euzkaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca,) reinició en 1941 su  actividad (congresos, ediciones y una revista en vasco, Eusquera, además de premios en certámenes literarios) con el mismo director de antes de la guerra, Resurrección María de Azkue; la Sección Femenina realizó una ingente tarea de recuperación de tradiciones, folklore y narraciones en vasco; en 1952 se funda la editorial Kuliska Sarta; en 1961 la editorial Ausopa; en 1965 se fundan las primeras ikastolas (antes de Franco no creo que existieran) amparadas por la Iglesia, y en 1969 se crea la Federación Diocesana de Ikastolas; la denominada Feria del libro y disco Vasco arrancó sus ediciones en 1965; desde al menos 1966 encontramos academias para aprender vasco; en 1970 existían al menos 10 revistas periódicas publicadas en vascuence… Todo ello necesitaba la pertinente autorización gubernativo o, como hoy dirían, el permiso de Francisco Franco que para eso era un omnímodo dictador. Todo ello, y es solo un débil reflejo, casa mal con algunos relatos aplicando el sentido común.

Cabría argüir, a la contra, que la respuesta que doy no dista mucho de lo que denuncio, que son meras referencias puntuales. ¿Es posible? Dudo que alguien haga un estudio profundo y serio de esta realidad recorriendo todo el régimen de Franco y no quedándose en los años de la guerra y los cuarenta. Sin embargo, revisando los archivos de la Fundación Nacional Francisco Franco, hemos encontrado un interesante documento. Se trata de un resumen remitido/elaborado por la Dirección General de Prensa fechado en 1973. Aborda, sin agotar la realidad, cuál es la situación de las actividades culturales en vascuence en las tres provincias vascas. Lo que nos sitúa frente a una realidad distinta al relato difundido para esos años por parte del nacionalismo o de ETA, que pone, con datos, en tela de juicio la tesis de la represión, marginación o persecución del euskera.

De la lectura del informe se extrae que existía una diferencia en el peso de las actividades culturales en euskera entre las provincias de Vizcaya y Gipúzcoa por un lado y Álava por otro. Otra de las conclusiones es que existía un amplio tejido cultural vasco permitido, autorizado y hasta subvencionado por el estado. También que, documentalmente, desde los años sesenta existía una política encaminada a la difusión y aprendizaje del euskera. El informe, de forma sintética, recoge lo que se realiza en medios de prensa, radio, festivales, publicaciones y enseñanza. Su principal defecto es metodológico pues parece que al recibir los de las respectivas provincias no existe unidad en el guion previo, si es que existió, para su realización en las tres provincias.

Comencemos por la provincia de Vizcaya:

-Radio: Radio Popular, tiene un programa diario de 2 horas en vascuence; Radio Juventud incluye la emisión de discos de artistas vascos en vascuence; en Radio Bilbao, no hay discriminación alguna en la música que se emite; Radio Nacional de España, «en sus programas retransmite música vasca, interpretada en vascuence por artistas del país, sin discriminación alguna. Retransmite los conciertos de los grupos corales en sus galas los domingos por la mañana en el Teatro Buenos Aires, prácticamente en su integridad en vascuence. Radio Nacional de España ha seleccionado para representar a España en el concurso de la U.E.R. (Unión Europea de Radio), a celebrar en abril, seguramente en París, el coro Bictz-Alci, con repertorio en vascuence».

-Prensa: La Gaceta del Norte, incluye una página en que se tratan temas vascos «con originales en vascuence», aunque indica el autor del documento que existen problemas con las normas ortográficas que le llevan a dejar de hacerlo; Hierro, que es un diario del Movimiento, incluye lecciones para aprender euskera.

Es en las revistas donde encontramos una mayor proliferación de títulos en vasco: la revista semanal Agur se edita íntegramente en euskera, al igual que la quincenal Anitasuna; en bilingüe aparecen las cabeceras KarmelConcordia, Danok-bat y Txistulari.

-Actividades culturales: una treintena de grupos corales con repertorio mayoriatiro o exclusivo en vascuence entre los que destaca Bictz-Alai, Danok-Bat, Ametsa, San Juan Bautista, Deustocarrat, Orfeón de Sestao; Festivales y fiestas vascas con grupos de danza, música o teatro en euskera que suponen un total de 219.

Ferias del libro y disco vasco como la VII celebrada en Durango, la II en Bilbao, celebración del día del libro vasco (4 de mayo, que me parece ya no se hace).

Revisemos ahora lo realizado recogido por el informe con respecto a Guipúzoca:

-Radio: Radio Popular de San Sebastían emite diariamente unos 150 minutos en lengua vasca, además de los anuncios bilingües y música; lo mismo hace Radio Popular de Loyola; la emisora del Movimiento La voz de Guipúzcoa emite tres veces por semana un programa de 15 mintuos en vasco y otro bilingúe, además de reproducir música en vasco; Radio San Sebastián, de la cadena SER emite tres días a la semana un programa de 5 minutos comentando discos y en la misma temporalidad un comentario local.

-Prensa: es de destacar que es el diario del Movimiento (FET de las JONS), La Voz de España. que, además de incluir el método para aprender euskera, tiene dos columnas diarias en vasco firmadas por Besarri (Ignacio Eizmondi, escritor y bersolari).

Como publicaciones periódicas en vasco editadas en la provincia se citan:  la revista semanal Zerusko Argia, el quincenal Goiz Argi, y el trimestral Eran.

-Actividades culturales: 225 festivales músico vocales; 100 festivales de bersolaris, 45 reperesentaciones teatrasle y 28 conferencias. En este caso sí se incluye la edición de 45 libros en vasco y un centenar de folletos.

A diferencia de Vizcaya, en esta parte del documento si se hace referencia a las ikastolas con reconocimiento oficial: «en Guipúzcoa es de 50 con un total de 182 unidades escolares y 11.056 alumnos. Aparte de estos centros en los colegios privados y en muchos estatales, se imparten clases en euskera»

Relativamente homogéneo con los anteriores es el resumen sobre las actividades en vascuence en la provincia de Alava.

-Prensa: no hay publicaciones periódicas en euskera. Ahora bien, el periódico local incluye las lecciones de «Euskera según los textos de Oñatibia». Por otor lado, la revista Angosto incluye un artículo en euskera. Algunas publicaciones como Goi-Argi, hoja parroquial de Oñate, y Eibar (parroquía de Armera) incluyen textos en vasco.

-Radio: la emisora E.A.J. 62, Radio Vitoria, emite diariamente el programa Aquí Vasconia con un 60% en vasco.

-Actividades cultuales: «se han celebrado los que suelen llamarse euskaljaia siguientes: en Vitoria: 14 actuaciones de gurpos o intérpretes musicales, condos con textos cantados en vasco». 1 representación teatral y el festival Mairuelegorrieta patrocinado por la Diputación Foral.

La editorial Rial Eset, publicó en el año 5 títulos en vasco dentro de las colecciones Kardaberat Bilduma y Kardaberat Liburuzkak; otros cuatro títulos editados por Gráficas Eset.

Señala el autor del documento que la Diputación Foral de Álava, por acuerdo del pleno, tiene establecido un «servicio de enseñanza del vascuence» incluyendo «el compromiso de la corporación de facilitar medios económicos y personales a las entidades que demanden su asistencia e incluso en el establecimiento de un sistema de enseñanza por correspondencia».

Incluye el informe una coda interesante: «ninguno de los medios de comunicación social de esta provincia ha sido objeto de “notoria restricciones”, en el uso de la lengua vasca. Y las ikastolas que funcionan se benefician incluso de sustanciosas aportaciones estatales al considerarse cooperativas».

Dejando a un lado la valoración de si es poco o mucho, no olvidando que no es un informe exhaustivo, que registra solo aquello autorizado gubernativamente, lo que resulta evidente es que difícilmente se puede hablar de marginación, de proscripción de la enseñanza del vasco, de un proceso de destrucción del euskera… Dejando al lector la pregunta: si todo eso se hacía ¿cómo iba a estar prohibido el euskera?

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miércoles, 16 de agosto de 2023

Vaquero Oroquieta: "En el País Vasco y Navarra hay un déficit enfermizo de libertad pública, ideológica y mental"

 


Fernando José Vaquero Oroquieta (Pamplona, 1961), funcionario de la Administración Central del Estado y prolífico articulista, es actualmente uno de los escritores más destacados del panorama intelectual español. Autor de varios libros, entre los que destacan De Navarra a Nafarroa y La Constelación Masónica, ambos editados por La Tribuna del País Vasco, donde mantiene desde hace una década la columna Disidente por obligación, Vaquero Oroquieta acaba de publicar ahora, de la mano de Ediciones Pompaelo, De ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpiente. Se trata del segundo volumen del proyecto El nacionalismo vasco y Navarra, que sigue a su anterior ensayo Biografía no autorizada del PNV. En este reciente trabajo, Vaquero Oroquieta estudia en una apretada síntesis la poliédrica historia de la organización terrorista ETA: desde sus orígenes en la órbita del PNV a su protagonismo político. Tal y como se señala en la presentación del libro, "ETA ya no mata, efectivamente, pero las secuelas individuales y sociales derivadas de varias décadas de terror perduran en muchos de sus más íntimos mecanismos sociales, marcando patológicamente la sociología actual del País Vasco y de Navarra. Por otra parte, el creciente fenómeno de una izquierda abertzale disidente autodenominada proletaria, en evidente ruptura con sus mayores, exige un esfuerzo continuo de memoria y análisis que no pierda de vista la naturaleza y raíces de aquel fenómeno tendencialmente terrorista, así como sus mitos, sus principales características mantenidas a lo largo del tiempo, las complicidades que ganó, y sus derivas y expresiones colectivas".

En los últimos años se vienen publicando numerosos títulos especializados y muy consistentes en torno al terrorismo de ETA. ¿Qué aporta, en este panorama editorial, su nuevo ensayo?

Es cierto. Seguro que se refieres a los nuevos libros sobre la Guardia Civil y su lucha contra ETA, testimonios de víctimas, el papel de la Policía Nacional, experiencias en primera persona de políticos relevantes, los efectos económicos del terrorismo... En ese sentido, la existencia del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria ha impulsado, en buena medida, tan necesaria labor, minuciosa y científicamente. Por lo que respecta a mi trabajo tengo que señalarle dos aspectos. En primer lugar, este texto forma parte de un trabajo más amplio, que es el del impacto del nacionalismo vasco en la historia contemporánea de Navarra, de ahí que mi libro anterior estuviera centrado en Sabino Arana y el PNV (Biografía no autorizada del PNV, Pompaelo, 2022). Con el tercero y último de esta serie investigaremos, Dios mediante, su historia particular en mi tierra navarra. En segundo lugar, ante tamaña dispersión de fuentes, títulos, informes, documentales en diversas televisiones y plataformas, novelas y testimonios, mi ensayo proporciona una visión global, cronológica, estratégica incluso, de lo que supuso ETA, de sus raíces y de sus influencias en la actualidad. No en vano, el País Vasco y la Navarra de hoy no podrían explicarse sin la historia y la acción del terrorismo de ETA.

Mucho se ha escrito y publicado sobre la banda terrorista ETA. ¿Queda historia relevante por ser rescatada?

Sí, mucha y en diversas direcciones. Especialmente en lo que respecta a los crímenes sin resolver: 379 asesinatos, entre ellos. Pero también en relación a las conversaciones/negociaciones que han mantenido representantes de ETA con emisarios del Gobierno español en diversos periodos históricos recientes. Gracias a cálculos de Mikel Buesa, se considera que en ETA militaron unas 7.800 personas. La mayor parte de esas personas también lo hicieron, o siguen hoy, salvo fallecidos y gentes que la abandonaron, en diversas estructuras de la autodenominada izquierda abertzale, especialmente en Sortu, que es el partido nuclear y dirigente de la coalición EH Bildu. Si en su momento las más altas autoridades judiciales determinaron que Ekin, Jarrai, Xaki, Herri Batasuna, Gestoras Pro-amnistía, Egin, etc., formaban parte de ETA, hoy es necesario, por exigencias elementales de transparencia democrática y de sentido de la realidad, desvelar las conexiones entre los últimos liderazgos de ETA y su interrelación con Sortu y esas otras estructuras actuales que no dejan de ser mero trasunto de las en su día ilegalizadas: Ernai, Sare, Naiz, etc. Pero existe una dificultad: en no pocas ocasiones, las filtraciones al respecto proceden de la izquierda abertzale, en función de sus cálculos. Ahora, EH Bildu está más interesada en rebasar electoralmente al PNV que en desprestigiar al Estado, pero esta circunstancia puede cambiar.

¿Ha existido algún tipo de relación privilegiada entre ETA y el euskera?

Para responder a esta pregunta tan relevante destaquemos un hecho: los cinco fundadores de Ekin/ETA estuvieron relacionados toda su vida con el desarrollo y la implantación del euskera. Por algo sería. Julen Madariaga Aguirre, además de su larga trayectoria en partidos abertzales, también escribió numerosos libros en euskera. José María Benito del Valle Larrinaga abandonará ETA, pero impulsará la revista Branka, una cabecera mítica para el nacionalismo vasco. Rafael Albisu Ezenarru, por su parte, fue padre de uno de los últimos dirigentes de ETA, Mikel Antza, un gran escritor y crítico literario en lengua vasca que mamó esa cultura desde la cuna y las experiencias vitales de su padre. José Luis Álvarez Enparanza, Txillardegi, además de dedicar buena parte de su vida a la enseñanza del euskera, publicaría en 1957 la primera novela moderna en este idioma: Leturiaren egunkari ezkutua. Iñaki Larramendi, por último, desvinculado de ETA a raíz de su V Asamblea, se dedicaría al euskera y al movimiento de las ikastolas hasta su fallecimiento. Y qué decir de otros intelectuales y dirigentes históricos de la organización, caso, por ejemplo, de Federico Krutwig, quien en un temprano 1943 ingresó en la Real Academia de la Lengua Vasca. Este impulso voluntarista responde a una calculada vinculación de un idioma con la “construcción nacional”. Algunos pretenden, por ejemplo, el gran político e intelectual navarro de UPN, Iñaki Iriarte, que el euskera no responda a motivación o fuerza que no sea la propia del gusto por un idioma que debiera servir para comunicar, sin otras connotaciones.

Me temo que la realidad no confirma tan deseables como altruistas deseos. En definitiva: los ideólogos nacionalistas diseñaron el escenario, el lenguaje, las normas internas, los tiempos y los papeles a representar; pretender jugar asépticamente en un campo tan predeterminado en sus causas y consecuencias me parece una falta de realismo.

Vascongadas, Navarra, ¿son sociedades plenamente democráticas?

No. No obstante, muchos tertulianos y políticos afirman que ETA ya no mata y que hablar de ETA es propio de partidos españolistas que no tienen un programa que ofrecer, o de oportunistas que se mueven por el espíritu de venganza. Lo cierto es que en Vascongadas y Navarra se produjo una verdadera “limpieza ideológica” que aceleró los planes hegemónicos de los nacionalismos vascos en su conjunto. Así, mayormente, en los bares, calles y pueblos hablan los de siempre, y continúan ejerciendo modalidades de violencia de raíz política también los de siempre. E incluso, el fantasma de una presunta disidencia de ETA –ya sea ATA o el denominado Movimiento Socialista-, desde la que se han desplegado no pocos episodios de violencia, tales como actos de kale borroka o el asalto de la Universidad en Vitoria en marzo de 2022, que se saldó con 34 abertzales detenidos, contribuye a que esta sociedad no pueda liberarse de los efectos perniciosos de tantas décadas de violencia, delaciones, maltratos y, aunque no guste recordarlo a muchos, de terrorismo en suma. En definitiva, en el País Vasco y Navarra hay un enfermizo déficit de libertad pública, ideológica y mental.

En su libro anterior, deconstruía algunos episodios históricos del PNV, así como su imagen de presunta honorabilidad democrática. Ahora que EH Bildu puede llegar a desbancar electoralmente al PNV, ambas formaciones, ¿siguen compartiendo agenda política?

Ambas familias políticas comparten, efectivamente, una estrategia política análoga en lo que se refiere a fines últimos, caso de la independencia y la previa “construcción nacional”. Asumen igualmente una agenda social radical-progresista, que es probable porte en su lógica interna las causas de su futuro declive; me refiero al declive demográfico y a la progresiva sustitución poblacional. Una circunstancia, el del impacto de la emigración, sobre la que ya ha levantado una voz de alarma el intelectual orgánico de la izquierda abertzale José María Esparza, editor de Txalaparta. Pero existe una dialéctica de confrontación política y generacional y sobre todo, militante. Si desde ETA y sus directos colaboradores de la izquierda abertzale “movieron el árbol” durante décadas, ahora se niegan a que continúe siendo el PNV el que siga recogiendo cómodamente las nueces; no en vano, ellos pusieron los muertos, y las presos, y los exiliados...

Dedica uno de los treinta y tantos capítulos de su libro a la relación de ETA con la Iglesia católica... ¿ETA nació en un seminario?

No. Pero encontró en la iglesia vasca un terreno fértil y unos espacios de relativa libertad alimentados por la “opción preferencial por los pobres”, ciertas expresiones de la Teología de la Liberación y sobre todo, la dureza y frialdad moral de algunos de sus pastores, que le favoreció en su conjunto. En este sentido, la perversa figura de un José María Setién siempre estará contrarrestada con la de un paternal Fernando Sebastián, quien elaboró algunas de las condenas más contundentes e inteligentes del terrorismo desde la jerarquía católica. En todo caso, no puede resumirse esta historia tan compleja en una narración maniquea de malos malísimos e ingenuos bienintencionados. ETA nunca fue una organización confesional, se despegó rápidamente de los medios católicos asumiendo el marxismo-leninismo y el ateísmo práctico por parte de la mayor parte de su militancia. No pocos católicos jugaron el papel de “tontos útiles”, es cierto. Pero no olvidemos que la inmensa mayoría de víctimas de ETA fueron católicas, al menos bautizadas como tales. Otro hecho inquietante en esta brutal historia es que ningún clérigo católico fuera asesinado por la banda. Señalemos, por último, que Gesto por la Paz estuvo en gran medida impulsado por católicos sinceros que creían en la no-violencia como herramienta de cambio social.

Se habla mucho de la victoria de los demócratas y de la importancia del relato...

Sí, hasta el punto de que son auténticos mantras políticamente correctos y acríticamente reiterados desde los medios de comunicación mayoritarios y la inmensa mayoría de los políticos. Pero hay que partir de una constatación: los medios de comunicación de masas y los políticos españoles son cortoplacistas, mientras que el nacionalismo vasco siempre ha trabajado con la voluntad y la mirada puestas en el futuro mediante el trabajo incansable de varias generaciones. De ahí que lo que fue una victoria incuestionable por parte de la policía y la sociedad española, se está convirtiendo en una derrota política. Y la elaboración del relato se haya relegado en aras de apremios políticos coyunturales. Por todo ello, el nacionalismo vasco en su conjunto, y la izquierda abertzale de ETA en particular, estén invirtiendo ambas perspectivas históricas en una oportunidad para sus propias ambiciones; siempre desde el odio a España y con la voluntad política de borrar todo lo español de su territorio y del imaginario común de los ciudadanos que habitamos estas tierras.

Para terminar, ¿EH Bildu es ETA?

Sin duda se trata de una pregunta muy justa y que atraviesa todo mi libro. Pero prefiero que el lector se forme su propio juicio a través de las fuentes e informaciones que le presento en mi ensayo. De ahí esa metáfora que reflejo ya en su título: la de una serpiente que, por cierto, ETA se encargó de que figurara en su logo, como símbolo de astucia, junto al hacha que expresa la fuerza. La serpiente muda de piel, tiene criaturas, pero sigue siendo ella misma, respondiendo a los imperativos de su naturaleza. En este caso es la consecución de la independencia y la implantación del socialismo, sirviéndose de cualquier medio, especialmente el victimismo, el cultivo del odio y la falsificación histórica ahora, tal y como fuera el terrorismo entonces. De ahí que su rechazo actual del terrorismo únicamente sea táctico y no estratégico, oportunista en suma. ETA no fue únicamente una banda terrorista, un partido político, un movimiento social, o una maquinaria engrasada por dinero manchado de sangre. Fue todo aquello a la vez, con comportamientos colectivos propios de una secta destructiva, impulsados desde un liderazgo jamás cuestionado, y unas prácticas mafiosas fruto de su voluntad de alcanzar un control social total. Una organización totalitaria, por tanto, que se adapta a las cambiantes circunstancias de los sucesivos ciclos históricos. 

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Escuela de calor 2023

 Fernando del Pino Calvo-Sotelo

15 de agosto de 2023

La bisabuela inglesa de mi mujer era una señora elegante y espartana, y cuando sus hijas pequeñas se quejaban de la temperatura, contestaba impertérrita: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”. Pues bien, cuando los propagandistas del cambio climático aprovechan una simple ola de calor para repetir sus cansinas letanías catastrofistas sobre el apocalipsis que nunca llega me entran ganas de repetirles: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”.

A mis lectores habituales les habrá resultado familiar este párrafo inicial. En efecto, así es como comencé mi artículo Escuela de Calor en junio del 2022 ante la habitual campaña veraniega del alarmismo climático, que hiberna como los osos para resurgir con fuerza cada verano aprovechando las olas de calor propias de la estación. Dado que dicha campaña llega todos los veranos con la puntualidad de un reloj atómico he decidido mantener el mismo título cada año.

Buenas noticias: el planeta goza de magnífica salud

El fraude del cambio climático – la mayor estafa de la historia – necesita de un flujo constante de noticias alarmantes que creen un estado de miedo – como en el covid – para mantener vivo el eslogan de “salvar el planeta”. Sin embargo, el planeta goza de magnífica salud – frase que alegra a las personas normales y enfada a los abducidos – y la llamada emergencia climática simplemente no existe. Uno a uno, los grandes iconos del alarmismo climático han ido demostrándose falacias propagandísticas. La población de osos polares crece feliz[1], hasta el extremo de que en la secuela del 2017 de su famoso documental Gore no hizo mención siquiera del sanguinario depredador que había sido su estrella diez años antes.

El hielo continental de la Antártida (reservorio del 90% del hielo del planeta con una temperatura media de -57°C), se mantiene estable[2] al igual que el hielo flotante que rodea el continente antártico[3], protagonista habitual de la propaganda climática y que, tras su máximo de los últimos 40 años alcanzado en 2014 es hoy similar al que había en 1966[4]. Apuesto a que no lo leyeron en los medios, como tampoco leyeron que los corales de la Gran Barrera de Coral están en máximos de los últimos 37 años[5], que el hielo de Groenlandia es hoy superior a la media histórica[6] y que su ligera disminución en la década anterior se habría debido a causas naturales[7]. En realidad, la lógica indica que el factor principal en las variaciones de hielo flotante marino no son las pequeñísimas variaciones de temperatura atmosférica, sino la temperatura del mar, afectado por las poderosas corrientes oceánicas, horizontales y verticales.

Finalmente, el aumento del nivel de los mares continúa a su paso de caracol tras el final de la última glaciación a un ritmo de 2-3mm al año (un metro cada 500 años), los incendios forestales se han reducido un 25% en las últimas décadas[8] y los fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, huracanes, tornados) no muestran ninguna tendencia significativa[9]. Buenas noticias, ¿verdad?

Pero a pesar de que el planeta se encoge de hombros e incluso disfruta del ligerísimo aumento de temperaturas (a un ritmo de 0,14°C por década desde 1979), las políticas dirigidas para “combatir el cambio climático” sí están teniendo devastadores efectos reales y tangibles que la población (¡por fin!) está empezando a comprender. Efectivamente, no sólo sufre el aumento de los costes de la energía, sino que en Europa ya no podrá siquiera elegir qué coche comprar, igual que pasaba en la URSS.

Por último, el aumento del CO2 atmosférico, esa fuente de vida de vida alucinantemente demonizada, alimento por antonomasia de árboles y plantas, está teniendo efectos claramente positivos, como el aumento de la producción de cereales – clave para eliminar el hambre – o su contribución al final del problema de deforestación. Así, el planeta está significativamente más verde gracias al aumento de CO2, en una pequeña parte gracias a la actividad humana. Loada sea.

La temperatura del planeta siempre ha variado

En realidad, la temperatura del planeta ha ido variando a lo largo de su historia por causas puramente naturales. El siguiente gráfico nos muestra la reconstrucción de temperatura de los últimos dos mil años en el hemisferio Norte (Ljungqvist, 2010[10]):

¿Qué conclusiones podemos sacar? En primer lugar, que la temperatura del planeta es extraordinariamente estable: como pueden ver en el eje de ordenadas, las variaciones se miden en décimas de grado, lo que no está nada mal para la atmósfera de un pequeño planeta perdido por el espacio y calentado por una estrella mediana como es el Sol. En segundo lugar, observamos que las pequeñas diferencias de temperatura son cíclicas, y que estos ciclos se han producido por razones naturales mucho antes de la industrialización del planeta. En efecto, del pico de temperatura del Período Cálido Romano a comienzos de nuestra era pasamos a una época más fría alrededor del 500 d. C para subir de nuevo hacia el año 1.000 d. C (Período Cálido Medieval) y volver a caer súbitamente hasta alrededor del año 1.700 d. C, en la llamada Pequeña Edad de Hielo (que coincide con el mínimo de Maunder). Desde entonces la temperatura del planeta habría subido de nuevo hasta cifras ligeramente superiores a la de los anteriores picos. Evidentemente en 1700 la actividad humana no generaba CO2, que se mantuvo estable hasta aproximadamente 1950, por lo que ¿cómo explican los defensores del cambio climático antrópico que la temperatura del planeta aumentara desde 1700 hasta 1950 en un mundo sin industria ni aumento del CO2? ¿Cómo explican que disminuyera de 1940 a 1975 a pesar del aumento del CO2? Tampoco hay correlación temporal en series largas de escala geológica, y sin correlación, ¿cómo puede haber causalidad?

Déjenme que les cuente un secreto: hoy por hoy la ciencia no alcanza a comprender el clima, un sistema multifactorial, no lineal y caótico “que hace imposible la predicción a largo plazo[11]”, según reconoció el propio IPCC en 2001. Los científicos andan a tientas en un campo complejísimo que excede sus conocimientos, y la contaminación del dinero y la política no ha hecho más que enturbiar aún más la ciencia atmosférica. Los mismos meteorólogos que son incapaces de predecir el tiempo que va a hacer en mi ciudad más allá de unos pocos días, ¿de verdad pueden predecir el clima del planeta para dentro de 100 años? ¿Qué meteorólogo predijo la sequía en España? Efectivamente, el clima del planeta está sujeto a multitud de factores de cuya interacción los científicos tienen una comprensión bastante pobre y que quizá jamás alcancen a desentrañar (una afirmación blasfema para el cientificismo imperante, que da por sentado que el hombre-científico es un dios omnisciente).

Fenómenos naturales y clima

Aunque nadie lo diría viendo los titulares de prensa, en España este mes de julio ha sido significativamente menos caluroso que el del año pasado. Mientras, las temperaturas máximas de las olas de calor no registran ninguna tendencia significativa (fuente: AEMET):

Como tantas veces he repetido, la meteorología local nunca puede extrapolarse al clima del planeta, pues en Australia han vivido en estos mismos meses de verano boreal (invierno austral) temperaturas mínimas históricas[12], pero lo cierto es que en el planeta este mes de julio ha sido extraordinariamente cálido (unas décimas de grado centígrado superiores a lo normal). Nadie sabe muy bien por qué, pero resulta intrigante que hace meses varios expertos previeran un aumento de temperatura en el planeta motivado por la erupción del volcán submarino Tonga en enero del 2022[13].

Nunca dejará de fascinarme el efecto que los fenómenos naturales tienen en el clima, muy superior al que provoca esa pequeña pero pretenciosa criatura llamada hombre. Generalmente, las erupciones volcánicas lanzan a la atmósfera ceniza y gases que enfrían el planeta, pero no en este caso. En lo que quizá haya sido el evento climático más significativo de nuestra era, Tonga inyectó como un gigantesco géiser megatoneladas de vapor de agua a la atmósfera. Dado que el vapor de agua es el gas de efecto invernadero más importante, algunos científicos advirtieron que esto podría provocar un temporal aumento de temperaturas que nos acercaría a la “anomalía” de 1,5°C que, según los propagandistas, sería el arbitrario punto de inflexión que desataría el Apocalipsis. Ojalá lo alcancemos pronto, porque así podremos ver que no ocurre absolutamente nada.

“El hombre que no piensa por sí mismo no piensa en absoluto”, escribió el genial Oscar Wilde. El sentido común debería sorprenderse al oír que debemos preocuparnos por una temperatura media 1,5°C superior a la que había en la Pequeña Edad de Hielo (repito, “de hielo”) y similar a la que había en tiempos medievales o en la Antigua Roma. El frío, sinónimo de muerte, mata al menos diez veces más personas que el calor, sinónimo de vida[14]. Los ecosistemas tropicales son infinitamente más ricos que los polares, las aves migran al sur en invierno en busca de climas más cálidos y los europeos del norte pasan sus vacaciones en el sur buscando climas más templados. ¿Qué prefiere la naturaleza, el calor o el frío?

Además de los volcanes (y de los ciclos de Milankovitch y un largo etcétera), otro ejemplo de poderosos fenómenos climáticos naturales son El Niño y La Niña (ENSO), que muestran la enorme y aún incomprendida influencia de los océanos en el clima del planeta. Con una profundidad media de 3.500m, los océanos están formados por una fina capa de unos 100-200m de aguas templadas (única con la que el ser humano entra en contacto) y por una gran masa de aguas profundas muy frías, hasta el extremo de que la temperatura media de los mares es de sólo 4°C. Estas dos masas intercambian flujos constantemente, pero cuando en el Océano Pacífico el flujo se ralentiza (por causas en gran medida desconocidas), la fina capa superficial no se renueva y se va calentando paulatinamente, lo que produce mayor evaporación y mayores precipitaciones y un aumento de la temperatura atmosférica, entre otros efectos. Esto es lo que se conoce como el Niño. Cuando el proceso se revierte y el intercambio de flujo entre ambas capas se acelera, el efecto es inverso: la fina capa superficial se enfría más de lo debido y se enfría la atmósfera (La Niña).

¿Quiénes se benefician del fraude climático?

Pero dejemos la ciencia, pues el cambio climático no va de ciencia, sino de poder y dinero. Como escribía Richard Lindzen, profesor en Harvard y catedrático emérito de Física Atmosférica del MIT durante 30 años, “la supuesta crisis climática no es una cuestión científica, a pesar de los inmensos intentos de invocar la supuesta autoridad de la ciencia, sino una cuestión política[15]”. En efecto, el cambio climático es sólo un pretexto para un golpe de Estado en toda regla perpetrado por un pequeño grupo de megalómanos que pretenden transformar el modelo de sociedad basado en la libertad, el crecimiento poblacional y el progreso económico en una claustrofóbica tiranía caracterizada por el empobrecimiento masivo y la reducción coercitiva de la población, su tradicional obsesión.

La falsedad del soviético “consenso” científico sobre el origen antrópico del cambio climático y sus consecuencias catastróficas es ya evidente. Hace pocas semanas, a la declaración de 1.600 científicos[16] se ha sumado el Premio Nobel de Física 2022 John Clauser al afirmar en una conferencia científica que “ni hay crisis climática alguna ni el cambio climático causa fenómenos meteorológicos extremos[17]”, tildando al IPCC como “una de las peores fuentes de desinformación” y al cambio climático como “pseudociencia”, es decir, como “una corrupción de la ciencia que amenaza el bienestar de miles de millones de personas”. No es el primer Premio Nobel en realizar manifestaciones similares[18].

¿Quiénes son los grandes beneficiarios de este movimiento reaccionario, el mayor enemigo de la Humanidad desde los totalitarismos del s. XX? Los primeros beneficiarios son las élites misantrópicas de Davos y sus organizaciones supranacionales tapadera, que sueñan con su diabólico Great Reset: su siniestra utopía es nuestra peor distopía. Así, cada vez que oigan mencionar “cambio climático” piensen en Davos, el verdadero autor intelectual de la estafa.

Otro gran beneficiario es el gigantesco negocio de las energías renovables intermitentes, ineficientes y creadas a la sombra de subvenciones e imposiciones políticas (500.000 millones de dólares invertidos sólo en 2022, pero ya saben, sólo el dinero del petróleo compra voluntades). También se benefician del timo los insaciables Estados occidentales, encantados de tener una excusa para crear nuevos impuestos (“verdes”), y desde el punto de vista geopolítico, China, el gran ganador del “cambio climático”, pues controla el negocio global de vehículos eléctricos y observa con satisfacción el suicidio de Occidente mientras sigue construyendo plantas de carbón.

Finalmente, y sin perjuicio de aquellos genuinamente convencidos por el alarmismo climático y que actúan de buena fe, podríamos mencionar el sinnúmero de activistas con pasaporte “científico” (biólogos, etc.), que han encontrado en la repetición de las letanías catastrofistas una nueva forma de expresión de sus ideas políticas anticapitalistas y, sobre todo, un filón que les da mucho más dinero y notoriedad que dar clases en un aula o publicar artículos en alguna oscura revista.

¿Y quiénes son los grandes perjudicados? Usted y yo, querido lector, los ciudadanos europeos a quienes nuestros políticos nacionales y la inepta burocracia de la UE nos hunden a plomo al abismo de la servidumbre y la pobreza.

[1] The State of the Polar Bear Report 2020 (thegwpf.org)
[2] Mass balance of the Antarctic ice sheet 1992–2016: reconciling results from GRACE gravimetry with ICESat, ERS1/2 and Envisat altimetry | Journal of Glaciology | Cambridge Core
[3] Understanding climate: Antarctic sea ice extent | NOAA Climate.gov
[4] Arctic Sea Ice News and Analysis | Sea ice data updated daily with one-day lag (nsidc.org)
[5] Coral in a Warming World: Causes for Optimism (thegwpf.org)
[6] Claims that ‘Global Boiling’ Led to «Shocking» Melting of Greenland Ice Sheet are Nonsense – the Ice Sheet is Currently Bigger Than Normal – The Daily Sceptic
[7] Slow-down in summer warming over Greenland in the past decade linked to central Pacific El Niño | Communications Earth & Environment (nature.com)
[8] A human-driven decline in global burned area | Science
[9] IPCC AR5, Working Group 1, Chapter 2.6, p.214-220
[10] A NEW RECONSTRUCTION OF TEMPERATURE VARIABILITY IN THE EXTRA-TROPICAL NORTHERN HEMISPHERE DURING THE LAST TWO MILLENNIA on JSTOR
[11] TAR-*A (ipcc.ch)
[12] South-east Australia hits record June cold, with frosty weather conditions to continue | Australia weather | The Guardian
[13] Tonga Eruption May Temporarily Push Earth Closer to 1.5°C of Warming – Eos
[14] Where more people will die — and live — because of hotter temperatures – Washington Post
[15] Alarmismo climático y la irrelevancia de la ciencia – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[16] WCD-version-06272215121.pdf (clintel.org)
[17] The Joint Winner of the 2022 Nobel Prize for Physics, Dr. John F. Clauser, Dared to Say There is No Climate Crisis – Now He’s Being Cancelled – The Daily Sceptic
[18] Nobel Laureate John Clauser Elected to CO2 Coalition Board of Directors – CO2 Coalition


Fuente

miércoles, 9 de agosto de 2023

Timos demoscópicos - Juan Manuel de Prada

 


Cada vez son más numerosas las gentes que proclaman sin rebozo que han dejado de leer periódicos y, en general, de nutrirse con la información que les proporcionan los medios de comunicación de masas, que consideran tergiversada. Indudablemente, en esta proclamación orgullosa hay un componente de cerrilismo, de solipsismo, de suspicacia enfermiza y engreimiento fatuo. Pero pecaríamos de lo mismo si concluyéramos que esas personas son todas unas majaderas. Pues, en efecto, los medios de comunicación han ingresado en un túnel muy oscuro del que no sé si sabrán salir (no podrán hacerlo, desde luego, sin una purificación muy dolorosa), en parte por culpa de su creciente precariedad económica, que poco a poco los convierte en lacayos de tal o cual negociado ideológico y los obliga a dar por buenas (porque carecen de medios para comprobar su veracidad) noticias burdamente sesgadas, intoxicaciones groseras, bulos despepitados y -lo que resulta más peligroso- 'versiones oficiales' sistémicas, como las que nos tragamos durante la plaga coronavírica (disfrazadas con un barniz cientifista) o nos estamos tragando ahora con la guerra de Ucrania.


Inevitablemente, la gente que no ha perdido por completo la nefasta manía de pensar acaba desarrollando desafección y hasta repugnancia hacia los medios de comunicación que divulgan estas 'versiones oficiales' falaces y las defienden con ardor de jenízaros. También contribuye extraordinariamente al desprestigio de la prensa el constante apedreo con encuestas demoscópicas que tratan de vaticinar los resultados electorales (y que, por supuesto, suelen fallar en su vaticinio de forma estrepitosa). A nadie que no sea completamente memo se le escapa que las encuestas demoscópicas se 'elaboran' o 'fabrican' para inducir el voto; o, dicho más finamente, para 'encauzarlo' según las preferencias de cada negociado ideológico en liza. Los 'demóscopos' se han convertido así en los asesores más cotizados de dichos negociados, que sólo anhelan poder guiar al 'rebaño desconcertado' hasta su redil. Resultaría muy interesante hacer una historia de la decadencia política, desde aquellos remotos tiempos en que los asesores de los gobernantes eran, sobre todo, consejeros espirituales, al estilo del cardenal Cisneros, hasta esta degradada época nuestra, en la que los principales asesores son estos 'demóscopos' charlatanes, que tratan de moldear la opinión pública creando artificiosamente 'marcos interpretativos' de la realidad que presentan como verdades científicas. Todos hemos visto a estos nuevos gurúes soltando su alfalfa desde las grandes tribunas mediáticas, que misteriosamente no advierten que, al ponerse a su servicio, comprometen su prestigio cada vez más exiguo. Pues tales encuestas demoscópicas (que ahora, en el colmo del desvarío, se hacen diariamente, para que se puedan observar en detalle -«¡en tiempo real, oiga!»- las fluctuaciones de la opinión pública) son instrumentos sibilinos de biopolítica, concebidos para la manipulación consciente de los hábitos y opiniones de la masa, según los intereses de los negociados ideológicos en liza, que desean moldear nuestras mentes, formar nuestros gustos y sugerir nuestras ideas, en un proceso de colonización de nuestro mundo psíquico. Que los medios de comunicación se hayan convertido en propagadores estólidos de toda esta morralla resulta, en verdad, sobrecogedor.


Pero, más allá de otras consideraciones, las encuestas demoscópicas son siempre un timo. Pues, más allá de que los encuestados puedan engañar al encuestador, se fundamentan sobre un presupuesto antropológico radicalmente falso, según el cual las opiniones de una persona representan a otras cien mil (o a mil o a cien o a diez, la cantidad es lo de menos). Lo cual, aparte de un error, es una blasfemia, pues la divina labor creadora -a diferencia de la humana- no admite la producción en cadena: todos los seres humanos son diversos e intransferibles, nadie tiene los mismos gustos y preferencias que otro, ni piensa las mismas cosas, ni le preocupan idénticos asuntos. Sabemos bien que la sociedad de masas pretende abolir la naturaleza humana, creando personas gregarias, repetidas y unidimensionales; y sabemos también que existen herramientas cada vez más sofisticadas para tratar de apagar la llama divina que alumbra y distingue a cada persona, para convertir la humanidad en un monótono campo de alfalfa. Uno de esos instrumentos son las encuestas demoscópicas. Si la misión del periodismo es alumbrar el misterio humano, deberíamos empezar por dejar de publicar bazofias que sólo pretenden reducir ese misterio inaprensible a estadística barata.

viernes, 28 de julio de 2023

España al borde del precipicio

 Escribo pocas veces sobre política española, pero la frustración de las expectativas creadas respecto a una alternancia en el gobierno exige una reflexión. Aunque todo análisis realizado a posteriori –incluyendo este artículo– tiene menos valor que si se hubiera realizado a priori y debe ser tomado cum grano salis, las funestas consecuencias que tendrá la continuación del actual gobierno, cuyos pactos con sus aliados separatistas doy por sentado, requiere de una seria llamada de atención.

La probable permanencia en el poder de un personaje como Sánchez sólo se entiende por un motivo: es un gobernante que nunca ha tenido oposición digna de tal nombre. En efecto, la no-oposición, blandita como el algodón, de Rajoy II (Casado) y Rajoy III (Feijoo) ha sido un regalo extraordinario que le ha permitido cruzar todo tipo de líneas rojas sin recibir coste de respuesta más allá del trémulo piar de un pajarillo. Este estilo político de no-oposición se basa en esperar a que caiga la fruta al suelo en vez de cogerla de las ramas del árbol, en ponerse con parsimonia a la cola esperando que antes o después le llegue el turno, en concentrarse en andar de puntillas y no hacer mucho ruido más que en levantar la voz. Es como un café tibio, algo insulso y poco apetecible y la antítesis de la osadía y audacia necesarias para alcanzar el poder, que la ultraizquierda leninista supo utilizar con tanta eficacia.

Errores de bulto y expectativas frustradas

Algunas críticas sobre el modo en el que el PP ha realizado su campaña electoral me parecen justas. La forma más frecuente de ganar unas elecciones es metiendo miedo a la población y diciéndole a quién culpar de ello. Mientras el PSOE dominaba esta estrategia tan burda como eficiente con el miedo a la “ultraderecha” (particularmente en Cataluña, donde los votantes no separatistas prefieren el apaciguamiento a la firmeza y confrontación, al contrario que los separatistas), el PP aludía como socio preferente a un PSOE moderado hoy inexistente a la vez que denigraba a su socio de gobierno natural: la oposición haciéndose oposición a sí misma. En abierto contraste, el PSOE trataba con guante blanco a sus socios comunistas sin mencionar en ningún momento el “voto útil” a pesar de que la izquierda está tan dividida como la derecha – dividida, pero no enfrentada.

Tras afirmar sentirse “más cerca del PSOE que de Vox” (¿será cierto?), el PP cayó en la trampa de asumir el discurso de su adversario y realizó una campaña acomplejada y a la defensiva centrada en disculparse por sus pactos. ¿Tan difícil era poner como ejemplo el éxito de Madrid, donde tras un gobierno del PP con el apoyo de Vox no sólo no han desfilado las huestes franquistas por la Castellana, sino que los ciudadanos, encantados, han otorgado al PP mayoría absoluta? La patológica falta de combatividad de la no-oposición le impedía incluso fingir indignación y exigir explicaciones a Sánchez por la estable alianza del psicópata con la “ultraizquierda” y el separatismo de pasado golpista o terrorista. Que le haya sido más sencillo al PSOE asustar con la “ultraderecha” que al PP asustar con la alianza subversiva que personifica Sánchez (y que asusta incluso al minoritario socialismo moderado que tantos añoramos) resulta increíble. Por último, la ausencia del líder del PP en el segundo debate fue algo tan patético como el escaño vacío de Rajoy en su moción de censura.

Por lo tanto, aciertan quienes señalan como un problema al principal partido de la no-oposición, pues, como en Hamlet, “algo huele a podrido en Dinamarca”. En efecto, la dinastía Rajoy no terminó con su marcha de la política, sino que continuó con sus sucesores, que permanecieron fieles a ese estilo timorato que he descrito antes y que supone una verdadera bendición para un gobernante agresivo y sin escrúpulos como Sánchez. Éste es el verdadero nudo de la cuestión, y muestra un problema mucho más profundo que afecta a la política española desde la Transición.

El desequilibrio de fondo de la política española

Este estilo de comportarse se basa en la aceptación de las reglas, del lenguaje y de las definiciones de bien y mal del adversario político (el PSOE state of mind de Quintana Paz), lo que da lugar a la dócil aceptación de un doble rasero. Quien expide los pasaportes de corrección política es la izquierda. Por ejemplo, los comunistas subversivos de Podemos, los filoterroristas de Bildu o los delincuentes separatistas catalanes son partidos respetables, pero Vox es una peligrosa “ultraderecha” a la que hay que encadenar. ¿Se imaginan que al golpista Tejero – que pasó 15 años en prisión – se le hubiera indultado a los 3 años como a los catalanes? ¿Se imaginan que el caso ERE – el mayor escándalo de corrupción de la democracia– hubiera afectado a la derecha? Pero la mayor muestra del doble rasero es que, a pesar de que desde la llegada de la democracia toda la violencia política ha provenido de la extrema izquierda (tanto con el terrorismo marxista de ETA y el GRAPO como con los escraches y las violentas manifestaciones de batasunos y podemitas), es sobre la derecha sobre quien recae la sospecha permanente de extremismo.

El mismo estilo es el que explica la obsesión por el “centrismo”, concepto que nada tiene que ver con la loable definición aristotélica de virtud (el justo medio entre dos extremos), sino con un vacío absoluto de ideas y principios y un abandono de la lucha política rayano en la cobardía. ¿Observa acaso el PP que Sánchez o Podemos hayan alcanzado el poder gracias a su “centrismo”? ¿Cómo aspira a tener éxito un partido que vive atrapado por el miedo a pisar las líneas que le marca su adversario para provocarle una indefensión estructural?

En España la mitad del espectro político decidió hace muchos años dar por perdida la batalla del lenguaje y aceptó jugar con las cartas trucadas sin presentar debate ideológico o cultural alguno, limitándose a un seguidismo de toda iniciativa política que presentara la otra mitad (feminismo, ideología de género, etc.). Naturalmente, esto incluye adoptar el epíteto de “ultraderecha” (los ultras sólo pueden ser de derechas) para demonizar al partido que nació originalmente como una disidencia de los votantes traicionados por Rajoy.

En efecto, la crisis crónica del PP y la división de “la derecha” tienen como responsable último a Rajoy, nombrado a dedo con escaso acierto. Tras dos derrotas electorales consecutivas, sólo pudo ganar las elecciones del 2011 gracias a una enorme crisis económica utilizando como ariete la única acción responsable de Zapatero, que fue congelar las pensiones en un entorno de quiebra técnica del Estado. El PP prometió no congelarlas y bajar los impuestos, pero al llegar al poder aumentó las pensiones un insignificante 0,25%, subió los impuestos más allá de lo que proponía el Partido Comunista y, lejos de avergonzarse, se jactó de ello a través del ministro de Hacienda más dañino para la seguridad jurídica de nuestro país (hasta la llegada de Sánchez y el desastre Montero, naturalmente): “Me río porque hemos desconcertado a la izquierda”, afirmó encantado Montoro. Poco tiempo después, el gobierno del PP volvió a mentir sobre la subida del IVA, que realizó después de las elecciones andaluzas del 2012 tras afirmar que no lo haría.

Tras prometer luchar contra la corrupción (sin comentarios) e incumplir su programa, que incluía “la reforma del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial, para que, conforme a la Constitución, doce de sus veinte miembros sean elegidos por los jueces”, continuó traicionando a sus electores al mantener el protocolo que permitió la salida airosa de ETA tras su derrota policial. Incumplió sus promesas y consolidó todas las leyes ideológicas de ZP, incluyendo la de Memoria Histórica o la del aborto: es más, susurró a sus magistrados afines que metieran en un cajón su propio recurso ante el Constitucional. Increíble.

De este liderazgo tan dañino, del que el PP jamás ha entonado un mea culpa, nació Vox, un partido que tras su inicial ascenso perdió impulso y quedó noqueado con su fracaso en Andalucía, donde intentó pasar de partido nicho a partido mayoritario. Su dificultad para evolucionar desde una política de guerrilla a la de una política de gobierno, sus inoportunas estridencias estéticas y verbales, que favorecen la caricatura y el voto del miedo, la carencia de renovación de sus cuadros y las extrañas inclusiones y exclusiones en sus listas electorales son errores propios de la formación, que sorprendentemente ha omitido toda autocrítica.

La “derecha” puede acudir a las elecciones dividida, pero no enfrentada. El tiempo de despreciarse mutuamente o de apelar al cansino timo del “voto útil” ha pasado.

Los que miran sin ver y escuchan sin entender

Pero el verdadero culpable de que Sánchez pueda seguir gobernando es esa parte del electorado español que le ha votado a pesar de protagonizar la legislatura más escandalosa de la democracia. A esa parte del electorado no parece importarle nada sus mentiras constantes respecto a no indultar a los golpistas catalanes o no gobernar con los comunistas ni con los simpatizantes del terrorismo vasco; o la entrega al País Vasco de las competencias penitenciarias, a lo que se habían negado todos los gobiernos anteriores, que ha servido para acelerar el tercer grado de terroristas de ETA, o la reforma ad hoc del delito de sedición y de malversación para premiar a los golpistas catalanes. Esta parte del electorado tampoco parece darle importancia a la preocupante demolición institucional que ha llevado a cabo, desde su asedio a la jefatura del Estado, al escandaloso cese, sin precedentes, de la directora del CNI o al dictatorial control de un Tribunal Constitucional absolutamente politizado que parece querer bordear la prevaricación sin fingir ya siquiera un mínimo de objetividad.

Los votantes de Sánchez tampoco parecen comprender que votarle significa votar el independentismo catalán y el filoterrorismo de Bildu (ojo, su socio más leal), que amplifican su poder gracias a Sánchez, su topo en la Moncloa. Si esto no les importa, imagínense lo poca importancia que darán a su guerracivilismo desenterrador de muertos, a la sistemática erosión del Estado de Derecho con su abuso del decreto-ley, su ilegal estado de alarma o la aprobación de leyes abiertamente inconstitucionales, o a sus tics autoritarios que le llevan a evitar exponerse al escrutinio público de la prensa o el Parlamento. Tampoco parece importarles el cambio de política exterior respecto al Sahara y su sometimiento a Marruecos en detrimento de los intereses nacionales tras el sospechoso espionaje a su móvil, actuación que en un país con instituciones más sólidas habría dado lugar a una seria investigación independiente. Por último, también les da igual su estilo macarra y el impudoroso amor al lujo y a los privilegios de que ha hecho gala, más propios de un dictador de república bananera que del primer ministro de un país europeo. El mérito de Sánchez es haber comprendido precisamente esto: que puede hacer lo que le venga en gana porque a una parte de su electorado todos estos escándalos le vienen grandes o le resultan indiferentes.

La lección que extrae un psicópata de estas elecciones es que tiene carta blanca para hacer su voluntad sin límite ninguno. Prepárense. Especializado en explotar la carencia de contrapoderes del régimen del 78, que no supo crear instituciones fuertes e independientes ni arbitró suficientes mecanismos de autodefensa ante una situación así, Sánchez continuará con su agenda subversiva e inescrupulosa de demolición del sistema con un poder crecientemente autocrático y arbitrario sin que la ley le sirva de freno, pues domina el Constitucional como si estuviéramos en la URSS. No esperen ninguna ayuda de la UE: Sánchez es uno de los suyos, pues saca un diez en todas las asignaturas ideológicas de Bruselas.

Si Sánchez se mantiene en el poder, el daño que producirá a España será difícilmente reparable: el régimen del 78 quedará herido de muerte y la Constitución será papel mojado. Lamentablemente, ni la oposición, ni los medios, ni gran parte de los españoles se han enterado de lo que nos jugábamos en estas elecciones.


Fernando del Pino Calvo-Sotelo


Fuente

El mito del Euskera perseguido por Franco, por Francisco Torres

  Lamentablemente, cuando hoy alguien busca información sobre un tema acude de forma inmediata a la red. Un lugar donde cabe cualquier cosa ...